Yolanda Díaz, la candidata forjada en Galicia, que elevó su figura en el Gobierno y que quiere recomponer la izquierda
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, asume el liderazgo a la izquierda del PSOE, relevando en esa condición al exvicepresidente Pablo Iglesias, tras forjar su perfil político en Galicia, aupada por el alza de su figura política ante su gestión al frente del Ministerio de Trabajo, su perfil dialogante y su disposición a los acuerdos amplios, para intentar la tarea compleja de reagrupar a la izquierda.
Nacida en la localidad coruñesa de Fene en 1971 e hija del histórico dirigente de CCOO en Galicia Suso Díaz, la vicepresidenta segunda es licenciada en Derecho y tiene formación de postgrado en Recursos Humanos, Relaciones Laborales y en Urbanismo, ejerciendo como abogada laboralista en varios despachos hasta formar el suyo propio en Ferrol.
Su salto a la política fue de la mano de IU, llegando a ser coordinadora de la formación en Galicia (cargo que dejó en 2017), y en 2007 fue elegida edil en el Ayuntamiento de Ferrol, donde formó un Gobierno de coalición con el PSOE y ejerció como teniente de alcalde.
También fue candidata de IU en las elecciones autonómicas gallegas de 2005 y 2009, sin obtener representación que sí lo logró posteriormente en 2012 al encabezar una candidatura amplia de fuerzas de izquierda (con Anova y Equo) bajo la marca Alternativa Galega de Esquerda (AGE).
Además, en los comicios de 2012 contó entre sus asesores con Iglesias, que dos años después lanzaría Podemos, y con el que entabló una relación política y de sintonía que se prolongaría durante años, aunque actualmente mantienen posiciones distanciadas sobre el desarrollo de Sumar y el trato que da a la formación morada.
También en esa etapa hizo labor de oposición al actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, con quien se encamina a volver a medirse, ahora en la esfera estatal, en las próximas elecciones de 2023.
SALTO A LA POLÍTICA NACIONAL
No obstante y con las elecciones generales de 2015, dio el salto a la política nacional al ser elegida diputada por la circunscripción de Galicia bajo la coalición En Marea, que integró a Anova, Podemos e IU. Un proyecto de reagrupación de la izquierda que evoca a su actual plataforma Sumar.
A partir de entonces, se convierte en uno de los referentes del grupo confedereal, adscrita siempre a parcelas relacionadas con la economía y la industria, y comienza a formar parte del núcleo cercano a Igleias en el espacio confederal, con quien comparte el criterio tras las elecciones de 2019 que el acuerdo con el PSOE debía implicar su presencia en un Gobierno de coalición.
Precisamente en otoño de ese año toma la decisión de dejar la militancia de IU, en discrepancia por la postura de la ejecutiva comandada por Alberto Garzón de suscribir un pacto de investidura aunque no implicara entrar en el Ejecutivo, y su adscripción política se limita exclusivamente al PCE.
Fue Iglesias quien le propuso como ministra de Trabajo y Economía Social, por la cuota de Unidas Podemos, al presidente Pedro Sánchez, una de las carteras más significativas del socio minoritario del Ejecutivo, cargo al que accede en enero de 2020.
SU LABOR EN TRABAJO, PUNTO DE INFLEXIÓN A SU FIGURA
Con la cartera de Trabajo ha impulsado medidas como la reforma laboral, que salió adelante de forma ajustada en el Congreso y que pudo entrañar su dimisión, omco ella misma ha deslizado, si no hubiera prosperado ese texto en el Congreso.
También entre sus logros se encuentran otras medidas, como el despliegue del mecanismo de los ERTE durante la pandemia o la regulación del teletrabajo. Una gestión que le llevó a tener cada vez más notoriedad pública y potenciar su figura como uno de los principales referentes de Unidas Podemos.
De esta forma, ha ido encadenando altas valoraciones ciudadanas y su nombre ha estado de forma continuada entre los ministros más valorados en los barómetros que realiza el Centro de Investigaciones Sociológicas CIS.
Precisamente esa buena valoración social supuso que Iglesias optara por ella para relevarla como vicepresidenta y máxima representante de Unidas Podemos en el Ejecutivo, designándola también como futura candidata a las elecciones generales por este espacio.
Sin embargo, Díaz dejó claro que la decisión de concurrir la tomaría ella misma, comenzó a expresar su disposición a ensanchar las bases del actual espacio confederal y lanzó un proceso de ecucha con la sociedad civil que culmina hoy al anunciar de forma definitiva su candidatura.
PROYECTO PARA RECOMPONER LA IZQUIERDA
En este proceso ha dejado claro su intención de conformar un movimiento ciudadano que reagrupe a los distintos partidos a la izquierda del PSOE, de forma similar a la estrategia que siguió en Galicia.
También en este tiempo y desde su puesto de vicepresidenta ha elevado sus relaciones internacionales, manteniendo encuentros con los mandatarios iberoamericanos como Gustavo Petro (Colombia), Lula da Silva (Brasil) o Gabriel Boric (Chile).
Ahora desplegará un proceso de negociación con los distintos sectores progresistas para abanderar una nueva candidatura, bajo el paragüas de Sumar, para aspirar a relanzar el apoyo social y ciudadanos que tuvo el espacio con la irrupción de Podemos.