Sánchez se marcha de China reafirmado en su posición sobre Ucrania y reclamando a Xi que hable con Zelenski
El presidente no aclara si su conversación con el mandatario chino le hace ser más optimista sobre la paz
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha puesto fin a su visita oficial a China reiterando el respaldo de España al plan de paz planteado por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y reclamando al presidente chino, Xi Jinping, con el que se ha reunido en Pekín, que escuche lo que Kiev tiene que decir respecto al conflicto.
Sánchez ha eludido expresamente aclarar qué le ha dicho el mandatario chino respecto a su reciente visita a Moscú y el encuentro que mantuvo con el presidente ruso, Vladimir Putin, remitiéndose a que debe ser el Gobierno chino el que hable, al tiempo que tampoco ha querido indicar si deja China más esperanzado respecto a una solución pacífica del conflicto.
El presidente había anticipado que uno de los objetivos de su visita era conocer los detalles del documento planteado por Xi para tratar de resolver la contienda, pero no ha querido entrar en detalles sobre lo discutido con el mandatario chino, más allá de indicar que le ha pedido expresamente que hable con Zelenski para «conocer de primera mano» su propuesta de paz, o si se marcha más esperanzado y optimista respecto al futuro.
Con todo, en la rueda de prensa celebrada al término de la visita, Sánchez ha reconocido que el documento chino incluye «algunos puntos que son muy importantes», como el hecho de que no solo se rechace el uso sino también la amenaza con la utilización de armamento nuclear en el conflicto así como el respeto a la integridad territorial, «algo que está violentando Putin con su guerra».
El jefe del Ejecutivo ha insistido en que la posición española es clara, como también lo es la de la UE, que está unida en su «defensa de la integridad territorial y de la soberanía nacional de un pueblo que está siendo atacado», como es el ucraniano, y en su «rechazo y condena al agresor».
En este punto, Sánchez ha incidido en que «nada tenemos contra el pueblo ruso», pero sí contra su presidente, quien está «violentando la Carta de Naciones Unidas» y que en último término lo que busca con la invasión de Ucrania es «debilitar un proyecto multilateral de paz y bienestar como la UE».
«Hemos entendido el mensaje, sabemos lo que pretende Putin con su guerra en Ucrania y no lo vamos a aceptar», ha recalcado. Por ello, Europa está ayudando a Ucrania en todos los ámbitos, con el envío de armas, con apoyo financiero y con apoyo humanitario.
LA UE SEGUIRÁ APOYANDO A ZELENSKI
«Para contribuir a la paz tenemos que hacer lo que estamos haciendo y trasladar las bondades del plan de paz de Zelenski», ha sostenido. «Todos queremos una paz pero queremos que sea justa y duradera», para ello, deberá estar basada en la posición de Ucrania, como país agredido, y en la Carta de Naciones Unidas.
Por otra parte, el presidente del Gobierno ha indicado que en los últimos días ha estado en contacto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y su equipo y por tanto sabía de la intervención sobre China que iba a realizar esta, si bien no ha querido comentar los términos en los que se expresó la responsable comunitaria.
«Coincido con ella en que la relación entre la UE y China es compleja, también muy importante», ha afirmado, al tiempo que ha defendido la necesidad de profundizarla, algo que ha dicho que intentará hacer España durante la Presidencia de turno que asumirá en el segundo semestre.
No obstante, ha dejado claro que es necesario «encontrar un mayor equilibrio» en las relaciones económicas y comerciales, «respetando las reglas de juego, mejorando la transparencia y garantizando la reciprocidad en el acceso a los mercados».
IMPULSO A LAS RELACIONES UE-CHINA
Durante la Presidencia de la UE, España va a tratar de impulsar las relaciones habida cuenta en que ambas partes están llamadas a cooperar ante los retos globales como la emergencia climática y de «acercar posiciones en las cuestiones en las que actualmente China y la Unión Europea tienen mayor distancia», ha indicado, destacando en este punto la reanudación del diálogo sobre Derechos Humanos el pasado febrero en Bruselas y su confianza en que pueda continuar.
«Hay quienes dan por sentado que el siglo XXI va a ser un siglo de fragmentación, de tensiones bélicas y de división entre bloques», ha señalado Sánchez, para quien estar «deriva no beneficiaría a nadie». En este sentido, ha considerado que esto no tendría por qué ser así si Europa y el resto de grandes potencias mundiales no quieren. «El futuro no está escrito, no nos viene impuesto, lo construimos nosotros», ha aseverado.
Pero para ello, ha añadido, «estamos obligados a trabajar para que este nuevo orden global que está cobrando forma, garantice la paz, un desarrollo respetuoso con el planeta, el bienestar y los derechos y las libertades de nuestros ciudadanos.
«Frente al proteccionismo y la desconfianza que se ciernen sobre el horizonte», ha rematado, «España va a defender siempre la apertura y la confianza entre socios», «basadas en la cooperación simétrica, en el beneficio mutuo y en el respeto a las normas».