Obispo de San Sebastián ve «profundamente injusta la imagen fija Iglesia-pederastia»: «Nos lo tenemos que hacer mirar»
Se muestra «muy contento y tranquilo» porque su labor al frente de la Diócesis está siendo «mejor de lo que esperaba»
SAN SEBASTIÁN, 28
El obispo de San Sebastián, Fernando Prado Ayuso, ha opinado que, pese a que se han hecho «muchas cosas» frente a los abusos en el seno de la Iglesia, «parece que, a veces, hay una imagen fija Iglesia-pederastia», que es «profundamente injusto». «Nos lo tenemos que hacer todos mirar», ha añaido, porque lo que, a su juicio existe, es «un problema social muy grande».
El prelado donostiarra ha comparecido este martes en un desayuno informativo en el Seminario de la capital guipuzcoana ante los medios de comunicación con motivo de que este pasado lunes cumplió cien días en el cargo en la Diócesis de San Sebastián, en la que está «todavía aterrizando».
«En este aterrizaje necesito tomar contacto con muchas realidades en la Diócesis que es muy viva, muy rica en experiencias, en personas, en instituciones; estos días están siendo muy intensos y todavía creo que van a seguir siendo así, hasta que vaya conociendo más la realidad», ha señalado.
A preguntas de los periodistas sobre los abusos en el seno de la Iglesia, Prado Ayuso ha apuntado que «gracias al llamamiento» que se hizo en el pontificado de su precedesor, José Ignacio Munilla, a raíz de las denuncias de abusos contra el sacerdote guipuzcoano Juan Kruz Mendizabal, Kakux , «se destaparon otros casos» y no está previsto ninguna ceremonia como la realizada recientemente en Bilbao en reconocimiento a las víctimas de abusos, salvo que haya una «demanda real» por parte de las mismas, ya que ya se ha «pedido perdón».
«Creo que aquí en Gipuzkoa si algo han hecho los antecesores ha sido pedir perdón por todo», ha incidido. «Yo creo que es necesario pedir perdón por esto y que no es suficiente en ese sentido, que hay que actuar y hacer cosas». No obstante ha confesado que le ha «sorprendido mucho cierta imagen fija que hay de la Iglesia sobre este tema con lo que se ha avanzado». «Las cosas han cambiado muchísimo, gracias a Dios, para bien, aunque el problema social permanece», ha opinado.
Tras citar que en Gipuzkoa se van a abrir tres oficinas 24 horas siete días a la semana para atender a víctimas de abusos sexuales, se ha preguntado si «tan enfermos estamos en nuestra sociedad». «Pues parece que sí», ha señalado, para añadir que «la Iglesia, como institución, forma parte de la sociedad y ha habido casos», pero en los últimos 50 o 60 años en la Diócesis donostiarra, según su Archivo, hay «seis casos de abusos y otros dos que han llegado a través del diario El País», a lo que ha añadido que «el más grave ha se refiere a tocamientos».
Prado Ayuso ha pedido «perdón» por los casos de abusos que haya habido en esta Diócesis, que «no se tienen que volver a repetir», y, en este sentido, ha destacado que «la Iglesia está haciendo muchos esfuerzos y la Diócesis de San Sebastián también». «Se han hecho muchas cosas y parece que, a veces, hay una imagen fija de la Iglesia-Pederastia», lo cual, es «profundamente injusto» y, además, «nos lo tenemos que hacer todos mirar», ha opinado.
A su juicio, «ojalá otras instituciones y otros grupos estén haciendo lo que se está haciendo en la Iglesia» para que «no se vuelva a repetir». También ha recordado que la mayoría de abusos sexuales a menores en esta sociedad «es en el ámbito de la familia», lo que refleja «un problema social muy grave». El obispo donostiarra ha abogado por «prevención y la formación» para evitar nuevos casos y ha señalado que «todos los canales» de la Diócesis están «abiertos» a nuevas denuncias.
En cuanto a su actividad en estos cien días al frente de la Diócesis, Prado Ayuso ha indicado que ha tenido «un primer contacto» con los sacerdotes de la Diócesis por los seis Arciprestrazgos de Gipuzkoa, pero aún le queda uno por visitar. También ha indicado que se ha reunido con alcaldes del Territorio, como el de San Sebastián, Eneko Goia, así como con representantes de la Diputación y candidatos a las elecciones forales y municipales de mayo.
Tras mostrarse «muy contento y tranquilo» y señalar que está siendo «mejor de lo que esperaba», ha confiado en que «de cara al curso que viene esté un poco más tranquilo». Entre las tareas que ha acometido ha citado el análisis de la situación económica de la Diócesis, junto a la «experta en economía Edurne Loyarte», que se ha incorporado a su equipo; así como la creación de un «ritmo de trabajo» con reuniones semanales con los vicarios.
También ha destacado que ha incorporado al «núcleo duro de toma de decisiones» de la Diócesis, su equipo de Gobierno que era «demasiado masculino y clerical», a «dos mujeres y dos laicos, tres personas». Se trata de la religiosa de la Compañía de María, Arantza Odriozola; el secretario general de Cáritas Gipuzkoa, Emilio Lafuente; y Lucía Alberro, anterior secretaria canciller de la Diócesis y profesora de la Universidad de Deusto. También se ha incorporado a la Diócesis Jon Odriozola como responsable de Comunicación, con el fin de darle a ésta «un carácter más amplio».
Por otro lado, ha dado cuenta de la decisión de que el Coro Mariaren Bihotza como agrupación coral de la Catedral del Buen Pastor. Asimismo ha dado cuenta de la celebración el 1 de abril de la tradicional Marcha a Aranzazu y de la recuperación del gesto diocesano de Cáritas Gipuzkoa que, en esta ocasión, pide aportaciones económicas o la puesta a disposición de la organización de viviendas en alquiler para 25 personas sin hogar usuarios del recurso Hotzaldi que destinará las vacantes a otras tantas personas en situación de sinhogarismo, de forma que se beneficiará a un total de 50 personas.
El obispo donostiarra se ha mostrado «contento», porque se imaginaba una Diócesis «amenazante», pero se la ha encontrado «magnífica», y ha tenido una acogida «extrarodinaria» en los pueblos. En este contexto, ha confesado que uno de sus «grandes proyectos» será «callejear» por Gipuzkoa, «una vez que las cosas de Gobierno queden más ordenadas y se ha fijado como «gran desafío» la «evangelización, transmitir la Fe a las nuevas generaciones» y también el «rejuvenecimiento» de la Iglesia, tareas en las que hará «lo que pueda».
También ha anunciado que su primera visita pastoral, la primera semana de mayo, será a la residencia sacerdotal del Seminario donde conviven 46 sacerdotes mayores que son «un testimonio de fidelidad», para «hablar uno por uno con ellos y ver si se puede mejorar su vida».
SITUACIÓN ECONÓMICA
Preguntado por los periodistas sobre la situación económica de la Diócesis, ha apuntado que «no hay ningún problema fuera de la gestión común y hay recursos suficientes». «Podemos mantener los servicios de atención a los pobres y seguir llevando adelante nuestra misión evangelizadora», ha añadido.
Además, ha opinado que «conviene que los bienes sean escasos», porque ello «estimula en la creatividad y ayuda a ser mejores» y la Diócesis cuenta con «un grupo muy bueno del ámbito de la Economía que ayuda a gestionar muy bien los recursos», por lo que está «tranquilo» al respecto, al saber «que la economía está en buenas manos, al igual que otras cosas».
En cuanto a posibles fisuras dentro de la Diócesis durante el mandato de su antecesor, el nuevo obispo ha señalado que es «rotundamente falso» que las haya. Según ha precisado ha sido «muy bien recibido» y ha percibido «ilusión por estrenar obispo y por estrenar también un tiempo diferente», lo que «no quiere decir que sea muy diferente». «En la Iglesia somos fundamentalmente tradicionales y no podemos ser de otra manera», ha reconocido.