Un estudio encuentra diferencias regionales en Europa en las alergias en niños
Un estudio dirigido por la Universidad Médica de Viena (Austria) y realizado en colaboración con el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) y la Universidad de Ciencias de la Salud Karl Landsteiner de Krems (Austria), ha compilado por primera vez un atlas europeo completo de alergias.
La identificación de patrones moleculares de sensibilización en unos 2.800 niños de Europa septentrional, occidental, central y meridional ha revelado claras diferencias regionales y climáticas en la sensibilización a los alérgenos, al tiempo que mostraba divergencias dependientes del estilo de vida y la dieta.
El estudio, publicado en la revista científica Allergy , reveló que la sensibilización al alérgeno del polen de gramíneas Phl p 1 y al principal alérgeno de los gatos Fel d 1 predomina en la mayoría de las zonas de Europa, mientras que la sensibilidad a los alérgenos de los ácaros del polvo doméstico (Der p 1, 2 y 23) varía mucho según la región y alcanza su nivel más bajo en el norte del continente.
La sensibilización a los alérgenos del cacahuete sólo se produce en algunas regiones, mientras que las reacciones adversas a los alérgenos de la fruta (Pru p 3, y Act d 1 y 2) son más frecuentes en el sur y centro de Europa. Aunque la picadura de avispa y otros alérgenos de insectos son las moléculas alergénicas predominantes en el norte, oeste y centro de Europa, no ocurre lo mismo en el sur de Europa.
El equipo de investigación llegó a estas y otras conclusiones examinando los patrones de sensibilización a la inmunoglobulina E (IgE) en nueve cohortes diferentes basadas en la población y procedentes de distintas regiones geográficas del norte, oeste, centro y sur de Europa. La inmunoglobulina E (IgE) son anticuerpos cuya presencia en la sangre indica sensibilización alérgica.
En total, las cohortes analizadas en el estudio aportaron muestras de sangre de 2.855 niños de entre 1 y 16 años. Además de registrar el número y el tipo, el estudio también pudo seguir el desarrollo de las sensibilizaciones a IgE desde la primera infancia.
Para lograrlo, el equipo de investigación desarrolló un nuevo método de prueba (microarray de alérgenos) que abarcaba 176 moléculas de alérgenos y que demostró ser superior a las pruebas de diagnóstico disponibles hasta entonces tanto en alcance como en sensibilidad.
«Por primera vez, los resultados de nuestro análisis permitieron compilar un atlas exhaustivo de las tasas y patrones de sensibilización a IgE molecular en la población de diferentes regiones de Europa», ha resaltado el autor principal del trabajo, Rudolf Valenta.
Los investigadores atribuyen las diferencias observadas en la sensibilización a los distintos alérgenos a las variaciones climáticas y a los distintos hábitos de vida y alimentación de cada región. El exposoma específico -la exposición global del cuerpo humano a moléculas alergénicas individuales- fue otro factor.
Una de las conclusiones del estudio fue que los niños que crecieron en regiones cálidas y secas de un país tenían menos de la mitad de probabilidades de presentar sensibilización IgE que sus coetáneos de zonas con un clima moderado.
«Además de ser importante para el diagnóstico preciso de las alergias, comprender los patrones de sensibilización en las distintas regiones constituye la base de nuevas estrategias de tratamiento y prevención en toda Europa. Los enfoques de medicina de precisión -en este caso, la inmunoterapia específica con alérgenos, así como las medidas dietéticas y de evitación de alérgenos adecuadas para la adaptación a los patrones moleculares de sensibilización- deben considerarse ante todo», ha remachado Valenta.