El precio del crudo podría subir hasta los 100 euros en 2023, dependiendo del consumo de China, según Repsol
Repsol prevé que los precios del crudo suban a final de 2023, en función de lo que crezca la demanda en China, aunque no superarán la barrera de los 100 euros el barril, según ha informado la compañía en la presentación de su Anuario Energético.
El director de Estudios de Repsol, Antonio Merino, ha explicado los datos del balance de 2022 en el mercado del gas, del petróleo y de la electricidad. Merino ha destacado que el crecimiento del precio del crudo ruso respondió a la creencia de que no llegarían todos los barriles al mercado, lo que llaman la «prima de riesgo del crudo ruso», que estaba entre el 20% y 30% y que empieza a caer porque no ha habido un exceso de demanda.
En este sentido, gran parte de lo que pase en el mercado a futuro va a depender de China, que en 2022 fue el primer año en el que redujo su demanda de petróleo. Por ello, los analistas creen que faltará crudo para final de año, porque se espera que China aumente su demanda en un millón de barriles para recuperar las pérdidas del año anterior. En función de esta variable, los precios de los barriles subirán hasta los 90 y 100 euros.
Según Merino, la clave de lo que ha pasado en Europa se debe a los márgenes de refino, que aumentaron casi un 85% respecto a 2021, mientras que el diésel y el queroseno han aumentado un 590% y un 430%, afectados por la huelga del refino y la prohibición de exportaciones rusas. Sobre Rusia, Merino ha confirmado que está «comprobado» que han sido capaces de recolocar su producto a través de «flotas fantasma».
Aun así, la previsión para 2023 es que la demanda de gasolina moderé su crecimiento a un 4,4% respecto al 9,8% alcanzado en 2022. Por su parte la demanda de gasóleos de automoción descenderá un 0,3% en 2023 tras registrar un crecimiento del 1,6% en 2022.
EL MERCADO DEL GAS, EN NIVELES DE 2021
En el mercado del gas, los precios registrados en febrero son «iguales» a los de 2021, salvo en Estados Unidos, que por razones climáticas están por debajo de esas cifras.
En 2022, los precios del gas marcaron máximos históricos, especialmente marcados por el TTF Europeo (138%) y el JKM asiático (113%), que fueron los que registraron un mayor aumento por la guerra y la competencia. El mercado ibérico (Mibgas) subió un 69% en comparación.
La recepción de gas ruso se redujo en 2022 en más de un 80%, pero sigue habiendo un flujo constante desde finales de mayo. En 2021 Europa recibió 145 billones de metros cúbicos (bcm) por los 62 bcm registrados el pasado año.
En este sentido, según los datos de Repsol, tras la explosión en el gasoducto Nord Stream se ha registrado una importante caída del flujo desde Rusia.
Por su parte, el gas natural en Europa ha alcanzado los niveles más altos de su capacidad de llenado de inventario, con un 56%. Alemania, por ejemplo, dispone de combustible para tres meses de inventario.
CAMBIOS GEOPOLÍTICOS EN EL MERCADO ELÉCTRICO
El analista de mercados energéticos de Repsol, Juan Rubio, ha desgranado el mercado eléctrico en el año 2022, donde la subida de los precios se ha debido a un «arrastre» provocado por el aumento del precio del gas.
En España el aumento ha sido del 50%, mientras que en Italia ha sido del 142% por tener mayor dependencia del gas. Rubio ha destacado que el tope al gas, aplicado en España y Portugal mediante la llamada excepción ibérica , se «notó mucho» para aguantar los precios.
Paralelamente, se registró una caída de la demanda del 3% debido a que los grandes consumidores sufrieron mucho la subida de precios. En este sentido, la caída de la generación de energía hidráulica y nuclear, especialmente, provocó una mayor producción de carbón y gas, mientras que la generación solar y eólica ha subido.
El cambio del mix energético se ha visto reflejado en cambios geopolíticos, donde Francia se convirtió en importador en 2022 y España, por su parte, en exportador, al tener el precio más bajo de la electricidad. Así, Francia tuvo una capacidad disponible por sus centrales nucleares un 25% por debajo en 2022. Según Merino, el problema de las centrales nucleares de Francia «puede durar años».
Para 2023, la previsión es que la demanda siga cayendo, marcada por un invierno que «ha sido muy suave» y por la tendencia hacia la eficiencia energética y al autoconsumo, aunque también se espera que se recupere la oferta de hidráulica.
EL PRECIO DE LA LUZ BAJARÁ UN 19% ESTE AÑO EN ESPAÑA
Respecto a los precios de la electricidad, para 2023 esperan una «caída importante» por el menor precio del gas. En España se prevé una caída del 19%.
«La caída es importante pero al compararlos con los precios de antes de la crisis están cuatro veces por encima. La industria seguirá sufriendo» ha advertido Rubio.
En concreto, en España han comprobado que la demanda ha caído, pero se ha compensado con la generación de electricidad exportada a Francia. «Hemos importado gas de Francia para devolverlo en forma de electricidad», ha asegurado Rubio.