La Fundación Víctimas del Terrorismo aboga por deslegitimar la violencia y recuerda al sacristán asesinado en Algeciras
La Fundación Víctimas del Terrorismo ha abogado por deslegitimar la violencia y no relativizar «ninguna forma de terrorismo», recordando al mismo tiempo el último crimen con «fines terroristas» que sucedió el pasado 25 de enero y en el que falleció el sacristán Diego Valencia en una iglesia de Algeciras (Cádiz).
El discurso ha sido pronunciado por el presidente de la fundación, Tomás Caballero, en el marco del Concierto In Memoriam que cumple su vigésimo primer aniversario y al que han acudido además los Reyes Felipe VI y Letizia en el Auditorio Nacional
En palabras de Caballero, los actos terroristas suponen una de las violaciones más graves de los valores universales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad, por lo que ha querido recordar y reconocer a las víctimas del terrorismo su «importante papel en la construcción de nuestra democracia».
Al respecto, ha deslizado que las víctimas no buscan la «venganza», pero sí consideran «irrenunciable» su derecho a reclamar justicia y a combatir la impunidad que resulta una «forma de victimización añadida».
En este sentido, ha exigido en nombre de la fundación el cese de los homenajes y reconocimientos a los terroristas que van en «dirección contraria a la de la reparación». «Una vez más exigimos su cese y el enjuiciamiento de sus organizadores», ha proclamado.
Asimismo, Caballero ha apostillado que «sólo desde la justicia y la verdad» se podrá garantizar el respeto a la «dignidad de las víctimas», por lo que una sociedad «moralmente educada, no puede aceptar la exaltación de quienes las convirtieron en tales, ni puede admitir que se relativice ninguna forma de terrorismo».
Dicho esto, ha incidido en que la justicia, la verdad, la memoria y la dignidad «deben ser un límite que no se traspase nunca», y que un Estado que «ha sabido resistir los embates directos de los terroristas, no puede plegarse a sus pretensiones edulcoradas si la moneda de cambio nuevamente son las víctimas».
Por todo ello, el presidente de la fundación ha hecho hincapié en que la tarea pedagógica se concreta en la deslegitimación de la violencia y que cualquier relato que «defienda las bondades de un objetivo alcanzado por los terroristas, estará sosteniendo que la vida y la integridad de las víctimas fue un precio aceptable».
Al final de su intervención, Caballero ha pedido a los presentes guardar un minuto de silencio en homenaje a todas las víctimas del terrorismo.