FIAPAS solicita que se incluyan competencias en salud auditiva en los programas formativos de los facultativos
En el Día Mundial de la Audición, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) se une a la Campaña de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, bajo el lema: ¡Cuidado del oído y la audición para todos! Hagámoslo realidad , destaca la importancia de integrar el cuidado del oído y la audición en la atención primaria de la salud como un componente esencial de la formación de los profesionales al frente de estos servicios.
En este sentido, FIAPAS considera esencial que, entre las competencias clínicas específicas a adquirir, se contemple el conocimiento y la promoción de hábitos saludables para el cuidado del oído y la audición, dada la alta incidencia de la sordera y de otros problemas auditivos en la población en distintas edades, así como la posibilidad de actuar antes de que se produzcan o se agraven los mismos.
Más de 1.500 millones de personas en el mundo tienen problemas de oído y pérdida de audición. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 60 por ciento de las necesidades de cuidado del oído y la audición pueden ser identificadas en la Atención Primaria de la salud. FIAPAS solicita por ello que se incluyan competencias en salud auditiva en los programas formativos de los facultativos que se ocupan de dicha atención.
«En la Atención Primaria de la salud se encuentran los profesionales con mayor contacto con la población, por lo que se precisa que dispongan de conocimientos específicos relativos a la salud auditiva, la prevención y detección precoz de las pérdidas de audición», ha detallado el presidente de FIAPAS, Jose Luis Aedo.
Entre los conocimientos relativos a la audición que FIAPAS considera más relevantes están: el seguimiento del desarrollo del lenguaje y del desarrollo general de las habilidades y aprendizajes propios de la infancia y la vigilancia de catarros frecuentes, alergias y otitis de repetición que pueden provocar problemas auditivos a medio y largo plazo.
También es esencial la prevención, detección y atención precoz de problemas auditivos en personas adultas mayores de 55 años y en la vejez, teniendo en cuenta su impacto sobre el estado emocional, el deterioro cognitivo, los problemas de equilibrio y caídas.
Así como el conocimiento sobre las prótesis auditivas y los productos de apoyo a la audición y a la comunicación oral, necesarios para una comunicación efectiva en consulta por parte de los profesionales de la salud con las personas con sorderas.