Inspectores de Hacienda creen que el nuevo Plan de Control Tributario responde a un modelo «agotado»
Avisan de que ninguna de las novedades tiene una gran repercusión para erradicar el fraude «más grave y sofisticado»
La Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) considera que las directrices del Plan Anual de Control 2023, publicadas este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), ofrecen «pocas novedades» en relación con las de años anteriores y vuelven a responder a un modelo de control de la Agencia Tributaria «agotado».
Según los Inspectores, el Plan de Control contempla actuaciones que ya se están haciendo. Muestra de ello es que utiliza los términos continuar 41 veces, potenciar 9 veces, seguir 8 veces, intensificar 7 veces y otros similares otras 12 veces, alegan.
En el plan se señala como novedades la implantación de un nuevo modelo de información y asistencia; nuevos criterios para la imposición de sanciones en gestión; una mejora en las tareas de planificación y selección; el seguimiento de la conducta del contribuyente que ha sido objeto de regularización previa; iniciativas que surgen como consecuencia de la presidencia de la UE por España; y la asunción por parte de la AEAT de la gestión de los nuevos gravámenes temporales de las energéticas y entidades bancarias, así como del impuesto a las grandes fortunas.
«Ninguna de las citadas novedades del Plan tiene una gran repercusión en las actuaciones que se tendrían que realizar para erradicar el fraude más grave y sofisticado», avisan los inspectores a través de un comunicado.
La Asociación de Inspectores de Hacienda lleva advirtiendo en los últimos años de que, aunque las directrices que figuran en los diferentes planes de control son acertadas, finalmente pierden eficacia, principalmente porque el modelo de control actual de la AEAT está «agotado» por diversos motivos.
El primero de ellos se refiere a que los planes de los últimos años inciden principalmente en el objetivo de fomentar el cumplimiento voluntario, ya que los inspectores creen que dicho objetivo tiene un límite al que ya se ha llegado, y prueba de ello, argumentan los inspectores, han sido las últimas reformas legislativas relativas a los recargos por declaraciones presentadas fuera de plazo, o a las sanciones a imponer en caso de infracción tributaria.
REFORMAS ORGANIZATIVAS EN GESTIÓN, ADUANAS E IMPUESTOS ESPECIALES
El segundo motivo por el que consideran que el modelo de control está «agotado» es por la ausencia de reformas organizativas necesarias, siendo la primera de ellas la relativa al sistema de objetivos.
Respecto de los objetivos, los inspectores indican que existe una disociación entre lo que figura en los planes de control y los resultados ofrecidos a posterior. Y aunque desde la asociación se consideran acertadas las líneas de actuación que figuran en el Plan, al final del año solo se ofrecerán unos resultados cuantitativos globales, sin especificar el efecto conseguido con las actuaciones en cada una de las líneas de actuación, denuncuan.
Los inspectores abogan por crear un órgano de control que efectúe todas las comprobaciones, y que el departamento de gestión se centre en las tareas de asistencia al contribuyente, y en gestionar las declaraciones, que incluye liquidar discrepancias en dichas declaraciones. «Su objetivo prioritario no debe ser efectuar liquidaciones y recaudar», insisten.
Además, desde IHE se considera que el departamento de aduanas e impuestos especiales debería dividirse, dejando en sus competencias la gestión aduanera e integrando la parte de comprobación en el nuevo órgano de control que se propone. Por último, creen que se deberían acometer también reformas en los objetivos y en los procedimientos del departamento de recaudación.