Validan la biopsia de sangre como alternativa al diagnóstico invasivo tradicional en pacientes con cáncer infantil
VALÈNCIA, 13
Una investigación liderada por el doctor Jaime Font de Mora, del grupo de investigación clínica y traslacional en cáncer del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe de València, ha demostrado que el ADN tumoral circulante de biopsia líquida contiene toda la información epigenética y genética de los neuroblastomas de alto riesgo.
«Este estudio podría utilizarse como método alternativo de diagnóstico en aquellos casos en los que la biopsia de tumor ha sido infructuosa o técnicamente no evaluable, suponiendo con ello un gran beneficio para los pacientes» de cáncer infantil, destaca la doctora Eva María Trinidad, coautora de la publicación. Además, permite la toma de muestras consecutivas y el seguimiento del tumor a lo largo de los tratamientos, «mejorando su calidad de vida».
En concreto, la investigación revela que existe una estratificación epigenética de estos tumores y que hay un evento común en todos ellos, la hipermetilación del gen RASSF1A, apuntando a que este cambio epigenético puede ser el inductor causante de las subsiguiente alteraciones genéticas y epigenéticas.
Además, el proyecto identifica dos dianas con farmacología conocida, específicas de los neuroblastomas con 11q delecionado, relacionadas con inmunosupresión. Todo esto se ha logrado estudiar a partir de tan solo diez nanogramos de ADN, el equivalente a 800-1600 células tumorales.
Aunque los autores del estudio confirman que podrían haber usado menor cantidad de ADN, prefirieron limitarlo a esta cantidad para no perder la visión de toda la heterogeneidad del tumor. En el caso de estos tumores pediátricos, la cantidad importa, ya que existen regulaciones éticas sobre cuánta sangre se puede extraer a un bebé o infante.
El sistema analiza una pequeña muestra del ADN tumoral obtenido a partir de biopsia líquida de pacientes pediátricos de neuroblastoma de alto riesgo, que ha servido como punto de partida para el desarrollo de un modelo bioinformático basado en las diferencias de metilación de genes.
Este modelo de estratificación fue desarrollado en la cohorte de pacientes Liquidhope, que da nombre a este proyecto. Cuando se compararon los resultados con dos cohortes donde el ADN tumoral procedía del propio tumor, se observó que, independientemente de las diferentes fuentes biológicas y metodologías empleadas, la biopsia líquida es una herramienta excepcional que representa fielmente la firma epigenética del tumor, que funciona como un marcador de la enfermedad y predice su evolución.
De esta manera, el personal médico podría detectar de manera temprana los tumores y monitorizar su evolución, lo que permitiría, a su vez, elegir tratamientos alternativos y personalizados para niños con neuroblastomas de alto riesgo.
El artículo también revela el distinto origen epigenético de los dos principales subtipos de neuroblastomas de alto riesgo: MYCN amplificado y 11q delecionado. Además, ha identificado dos potenciales dianas terapéuticas, CSF1R y CCR7, con farmacología conocida que, tras una próxima validación, podrían ayudar a mejorar la eficacia de los tratamientos actuales, facilitando la reactivación del sistema inmune.
El proyecto Liquidhope, que inició en 2019, se ha desarrollado en el laboratorio de biología celular y molecular, dirigido por el doctor Jaime Font de Mora, con la estrecha colaboración de la unidad de pediatría oncológica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe y del Centro Nacional de Análisis Genómico-Centro de Regulación Genómica (CNAG-CRG).