Frailecillos muertos y otras aves siguen apareciendo en las playas de Castro Urdiales
CASTRO URDIALES, 8
Numerosos frailecillos (Fratercula arctica) y otras aves, tales como alcatraces, araos, alcas o gaviotas tridáctilas, siguen apareciendo muertos en las playas de Castro Urdiales.
Así lo ha informado este miércoles el Ayuntamiento de la localidad, que ha indicado que los agentes del Medio Natural del Gobierno de Cantabria, con la colaboración municipal, están recogiendo los ejemplares para realizar un análisis y poder detectar «las posibles causas de su fallecimiento y agotamiento».
Aunque no se puede descartar ninguna hipótesis, el Consistorio apunta a los temporales como posible motivo de la llegada de las aves muertas, porque que les han impedido alimentarse durante las últimas semanas.
El concejal de Medio Ambiente, José Mari Liendo, ha explicado que se han colocado contenedores para la recogida de los ejemplares junto a las playas, en distintos puntos del municipio, y ha advertido que las personas que encuentren aves muertas no deben manipularlas y sí ponerse en contacto con el Centro de Atención a Emergencias 112.
Además, la Concejalía de Medio Ambiente ha solicitado a los propietarios de perros que tengan en cuenta la posible presencia de estas aves en las playas. «Es preciso mantener la vigilancia de las mascotas, para así evitar posibles contactos con esas aves muertas», ha indicado Liendo.
500 AVES MUERTAS EN CANTABRIA
Hace una semana, a finales del pasado mes de enero, SEO/BirdLife advirtió que unas 500 aves habían llegado muertas a las costas de Cantabria y más de un millar a las de todo el país, especialmente cantábricas y de Canarias, a consecuencia de los temporales de las últimas semanas.
Las principales víctimas de aquellos episodios meteorológicos fueron sido frailecillos, alcas, araos, alcatraces, fumareles, falaropos picogruesos, gaviotas tridáctilas, paíños europeos y fulmares, según la ONG, que está registrando estas aves muertas con la ayuda de voluntarios a través de la aplicación móvil ICAO.
La ONG estima que podrían haber muerto «miles de ejemplares». Hasta finales de enero, se han contabilizado más de 500 aves en Cantabria, 350 en Canarias y 300 en Asturias pero siguen apareciendo más ejemplares.
Además, estaban llegando a las costas de Galicia otras aves en muy mal estado o sin vida, y en Portugal las cifras son especialmente altas. Teniendo en cuenta que apenas aparecen en las orillas en torno al 20 por ciento del total, el impacto que estima la ONG será «mucho mayor».
Las especies más afectadas son las aves pelágicas que pasan la mayor parte de su vida en alta mar y muchas de las aparecidas estos días no son frecuentes en España pero las tormentas y los fuertes vientos las debilitan, afectan a su movilidad y la búsqueda de alimento.
La ONG indica que estos sucesos suelen ocurrir aproximadamente cada diez años, aunque el último tuvo lugar en 2014. Con la aplicación ICAO (programa de Inspección Costera de Aves Orilladas) los voluntarios comunican el hallazgo de aves o fauna herida o muerta en las playas.