Confirman la eficacia de una alternativa más rápida y barata para detectar el virus de la hepatitis C
Investigadores del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) han publicado dos metanálisis en los que analizan las posibilidades de la prueba del antígeno VHCAgc, una alternativa «más sencilla, rápida y barata» para la detección y diagnóstico del virus de la hepatitis C.
Los resultados de estos estudios, que están liderados por Daniel Sepúlveda y Salvador Resino, se han publicado recientemente en las revistas Journal of Clinical Microbiology y Alimentary Pharmacology and therapeutics.
La llegada en los últimos años de los fármacos denominados nuevos antivirales de acción directa ha permitido que la tasa de curación alcance hasta el 95 por ciento de casos, pero el problema es que muchas infecciones quedan sin tratamiento porque no se diagnostican, ya que la hepatitis C puede ser asintomática durante varios años tras la infección inicial. Por ello, se calcula que más del 80 por ciento de las personas infectadas con el VHC no saben que lo están, por lo que no pueden ser tratadas y siguen transmitiendo el virus.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha puesto como objetivo que para 2030 sean diagnosticadas el 90 por ciento de las personas infectadas, y que al menos el 80 por ciento de estas reciban tratamiento. Se trata de un reto que, a juicio de los expertos, «no es sencillo de cumplir», ya que las pruebas diagnósticas que se aplican actualmente requieren de un equipamiento sofisticado y de personal entrenado.
El diagnóstico estándar de la hepatitis C se basa en una primera prueba de detección de anticuerpos frente al virus que, si resulta positiva, requiere de una confirmación de que la infección sigue activa mediante una segunda prueba, que detecta material genético (ARN viral) del VHC.
Esta metodología diagnóstica necesita de tiempo, profesionales formados para llevarla a cabo y laboratorios bien equipados, además de ser cara, que deriva en un rendimiento limitado cuando trata de aplicarse a nivel poblacional y a grupos de riesgo que no tienen buen acceso al sistema sanitario.
Estas limitaciones en la detección y diagnóstico del virus de la hepatitis C podrían solucionarse gracias a la utilización de otro método, el análisis del denominado antígeno core (VHCAgc), una alternativa más barata, simple y rápida para detectar la infección activa por VHC.
El objetivo de los dos metanálisis (revisiones de literatura científica ya publicada) llevados a cabo por el equipo del ISCIII era confirmar la eficacia de esta prueba y concretar sus posibilidades. En concreto, el primer metanálisis, publicado en la revista Alimentary Pharmacology and therapeutics, concluye que el ensayo de detección del antígeno core (VHCAgc) puede ser una herramienta útil para realizar seguimiento del VHC al final del tratamiento.
Además, los resultados señalan que esta prueba permite analizar de forma efectiva la respuesta viral sostenida (RVS), un parámetro que se da cuando la carga viral es indetectable, lo que se asocia con una falta de capacidad de replicación del virus y la eliminación de la infección. De esta manera, el metanálisis confirma la validez y la utilidad de esta prueba como alternativa diagnóstica.
El segundo metanálisis, publicado en la revista Journal of Clinical Microbiology , llega a conclusiones similares, poniendo el foco en personas consideradas con alto riesgo de infección, como trabajadores sexuales, hombres que mantienen sexo con hombres y población reclusa. Los resultados señalan por primera vez que el ensayo del antígeno core (VHCAgc) puede diagnosticar de manera eficaz la infección activa por VHC en personas con VIH, que tienen mayor riesgo de coinfección por ambos virus.
En todo caso, la eficacia diagnóstica de esta prueba es menor en entornos de baja prevalencia de la infección, y en estos casos podría necesitar de una confirmación con los métodos diagnósticos clásicos, por lo que su uso estaría más indicado en entornos de alta prevalencia de la infección. Ahora bien, dada la eficacia clínica para excluir una infección activa por VHC, la prueba VHCAgc puede ser útil en el desarrollo de programas de detección del virus en poblaciones de alto riesgo con difícil acceso al sistema sanitario.