El 82% de los pacientes que visitan por primera vez al oftalmólogo sufre algún grado de patología
El 82 por ciento de los pacientes que acuden a una primera visita oftalmológica sufre algún grado de patología ocular y un 22,6 por ciento requiere cirugía para solucionar su problema, según se desprende de un estudio clínico llevado entre 444 pacientes que han acudido por primera vez a uno de los 13 centros de la compañía Miranza.
Según el informe, coordinado por el director de I+D en Miranza Madrid, Ronald Sánchez Ávila, los problemas oculares más frecuentes son los defectos de refracción detectados en el 74 por ciento de los ojos revisados, la presbicia (33,2%), la catarata (16,9%), la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) (7,7%) y el ojo seco (6%).
Entre el elevado índice de defectos refractivos, destaca el astigmatismo (58,8% de los ojos estudiados), seguido de hipermetropía (36,3%) y miopía (35,1%), problemas que, de igual forma que ocurre con otras patologías, pueden manifestarse también de manera simultánea en un mismo paciente.
Asimismo, el tipo de defecto refractivo varía claramente según la franja de edad, ya que la miopía en las primeras edades es baja, mientras que se observa un pico entre los 19 y los 40 años, para, luego, volver a descender. Por contra, la hipermetropía se da con mayor frecuencia en la niñez (menores de 12 años) y en la madurez (mayores de 65), mientras que la frecuencia del astigmatismo aumenta también a medida que avanza la edad.
«Los pacientes aquejados de defectos refractivos normalmente acuden a su óptica, se gradúan la vista y repiten este proceso a lo largo de los años. Sin embargo, más allá de las gafas, en ocasiones es necesario acudir a valoraciones médicas para explorar otro tipo de alteraciones. Por tanto, es esencial un examen integral y un diagnóstico hecho por un oftalmólogo, además de seguir una serie de pautas de higiene visual para ralentizar el progreso del defecto refractivo», ha explicado Sánchez.
Los principales motivos de consulta de los pacientes visitados por primera vez en Miranza son, por este orden, revisión general (39,3%), pérdida de visión (25,5%), síntomas de superficie ocular (12%) e interés quirúrgico (10,9%). Ahora bien, a medida que aumenta la edad, la frecuencia del ojo enfermo también va aumentando, siendo la presbicia, la catarata y las patologías retinianas las que más aumentan en la madurez, especialmente a partir de los 41 años. En cambio, el estrabismo, la ambliopía y alergia ocular son más frecuentes en población menor a 25 años.
A los pacientes con problemas crónicos en la superficie ocular, córnea, o glaucoma, se les pauta, principalmente, tratamiento médico tópico o sistémico (22,3% de los ojos explorados), y en casos avanzados terminarán con algún procedimiento quirúrgico. Por otro lado, los ojos de pacientes que requieren un manejo quirúrgico representan el 22,6 por ciento, especialmente en pacientes mayores de 65 años.
Finalmente, y respecto a la indicación de cirugía, se puede observar que el mayor número están relacionados con el segmento anterior del ojo, siendo la catarata la más frecuente (41,8%), seguida por cirugía refractiva láser PRK (13,4%), y por la cirugía refractiva con implante de lentes intraoculares o ICL (8%). Por otro lado, las inyecciones intravítreas (Anti-VEGF) son cada vez más frecuentes, y constituyen un tratamiento crónico en la población con DMAE (8%).