Serbia sugiere por primera vez desde la invasión de Ucrania la posibilidad de sumarse a las sanciones a Rusia
El ministro de Asuntos Exteriores de Serbia, Ivica Dacic, ha sugerido por primera vez desde la invasión de Ucrania hace cerca de un año la posibilidad de sumarse a las sanciones contra Rusia «si algo cambia en detrimento de los intereses» económicos y del pueblo serbio».
«Condenamos la violación de la integridad territorial de Ucrania y así votamos en los organismos internacionales. Otra cosa es si impondremos sanciones a Rusia. No es una cuestión de tiempo o de plazos, es un asunto que concierne a nuestros intereses políticos y económicos», ha contado Dacic.
«Si algo cambia en detrimento de los intereses de Serbia, entonces nuestra decisión se ajustará en consecuencia. Evaluaremos en cada momento cuál es la mejor decisión para nuestra economía, para nuestra posición en el mundo y para los ciudadanos de Serbia», ha dicho en una entrevista para el portal Euractiv.
Dacic ha explicado que desde la anexión rusa de Crimea en 2014 Serbia ha evitado sumarse a las sanciones internacionales contra Moscú porque han considerado que iría en contra de los intereses serbios.
Las insinuaciones de Dacic dejando la puerta abierta a la posibilidad de que Serbia se suma a las sanciones internacionales rompen por primera vez con la estricta línea marcada por el presidente serbio, Aleksandar Vucic, que se ha mostrado vehementemente en contra de imponer este tipo de restricciones.
Las sanciones a Rusia podrían ser la llave de Serbia para que la Unión Europea avance los procesos de adhesión, «una prioridad», según ha reconocido Dacic, que, no obstante, también ha criticado a Bruselas de prolongar la decisión. «Es un tema que no aporta votos a los políticos europeos y por eso lo marginan», ha dicho.
Desde el inicio de la invasión de Ucrania, Serbia se ha mostrado reacia a sumarse a las sanciones contra Moscú, tal y como ha estado presionando Occidente, con el argumento de que sería pernicioso para ellos ya que importan de Rusia la casi totalidad del gas y el petróleo que consumen.