Pagaza (CS) advierte que la intolerancia religiosa es la segunda causa de delitos de odio en Europa
Explica que si se conjuga con la radicalización puede conducir, entre otros, al terrorismo yihadista
La eurodiputada de Ciudadanos Maite Pagazaurtundua ha detallado este jueves, tras el presunto ataque terrorista de ayer en Algeciras (Cádiz) que se ha saldado con un muerto y varios heridos, que la intolerancia religiosa es la segunda motivación más habitual en los delitos de odio que se producen en Europa, representando los ataques al cristianismo el 7,7 % y los atribuidos al antisemitismo, el 9,2%.
En una nota, la eurodiputada ha explicado que su trabajo de investigación Cartografía del odio analiza más de 80.000 incidentes de odio y recoge, en base a fuentes oficiales, 3.747 ataques anticristianos en cinco países europeos entre los años 2015 y 2020.
Así, solo por delante de la intolerancia religiosa se encuentra –según los datos de ese estudio– el racismo y la xenofobia, que son culpables del 60% de los delitos de odio en el continente europeo y que, «en muchas ocasiones», están influidos por la religión.
La eurodiputada ha avanzado que van a analizar los hechos de Algeciras, que la Audiencia Nacional investiga por posible delito de terrorismo, de la misma forma que se estudiaron los atentados yihadistas en Barcelona y Cambrils (Tarragona) en agosto de 2017.
Pagaza, que además es vicepresidenta de la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo, ha advertido de que los registros apuntan a «enormes crecimientos» en lo que respecta a la intolerancia religiosa. «Y en especial, en España, donde se ha generado un caldo de cultivo de polarización y extremismo», ha añadido.
«No existe una única causa que explique la intolerancia religiosa», ha asegurado. Así, ha explicado que, por un lado, los fundamentalistas religiosos creen que su religión es «la única verdadera» y, por otro, que existen «prejuicios contra las prácticas religiosas de otras personas a veces relacionadas con cuestiones sociales o frente a la visibilidad pública de otras prácticas».
DE 0 A 2.000 ATAQUES ENTRE 2016 Y 2018
Pagaza ha afirmado que la intolerancia religiosa extrema, si se acompaña de radicalización, puede desembocar en el terrorismo yihadista o de otro tipo. A la vez, ha reclamado un «debate sereno» sobre lo ocurrido en Algeciras, ya que «en ocasiones es difícil» reconocer los prejuicios que cualquier persona puede tener.
Ha indicado que los ataques contra simbología cristiana han experimentado un aumento «muy desigual». Según el mismo estudio, de los cero registrados en 2016 se pasó a casi 2.000 en 2018.
Por otra parte, el periodo 2015-2020 muestra diferentes formas o expresiones de intolerancia contra las creencias o prácticas religiosas o, incluso, contra la ausencia de religiosidad, desde insultos, interrupción de misas, asalto de templos, difamaciones, pintadas, agresiones físicas y psicológicas, actos violentos, o crímenes de odio terroristas y de lesa humanidad.
«En estos tiempos, la ceguera o la disociación de la empatía es sencilla. Adormecer selectivamente la conciencia, entumecer selectivamente la mirada y la justa indignación es fácil. Evocar la libertad de expresión o pedir la censura, selectivamente, también es moneda que da el pego», ha avisado Pagaza, lamentando también que el ambiente en las redes sociales se está volviendo «irrespirable», lo que «intoxica» la «necesaria solidaridad» con las víctimas.