Rajoy cree que la reforma del delito de sedición no tiene encaje en la Unión Europea: «No es europeo ni democrático»
Rueda ensalza el papel que desempeña Rajoy como expresidente porque «no está siendo un jarrón chino» y «sabe el papel que ocupa»
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 23
El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy considera que la reforma del delito de sedición llevada a cabo por el Ejecutivo de Pedro Sánchez no tiene encaje en los «valores» de la Unión Europea, ya que fue realizada por «razones políticas». «No es europeo, ni liberal, ni democrático», ha apostillado.
Rajoy ha sido el protagonista este lunes de la clase magistral de los actos de la celebración de San Raimundo de Peñafort, patrón de los juristas, en la Facultade de Dereito de Santiago de Compostela, donde ha estado acompañado del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
Al inicio de su intervención, el exmandatario ha mostrado su orgullo por la invitación, dada su condición de «santiagués» y de alumno de Derecho de la USC, en la que se graduó en la promoción de 1972 a 1977, la última antes del traslado de la facultad a su emplazamiento actual.
El asunto elegido por Rajoy para su ponencia ha sido «los populismos», que representan para el expresidente «la mayor amenaza» existente para la Unión Europea y las «democracias liberales».
«Un populista puede ser tanto un multimillonario de Nueva York como un español comunista fascinado por las dictaduras caribeñas», ha manifestado Rajoy en el inicio de su análisis sobre lo que, a su juicio, es el populismo y cuáles son las consecuencias que su aparición ha acarreado para la política actual.
En este sentido, ha censurado el «adanismo» que, dice, trae implícito un populismo «que cree que con él ha empezado todo» al plantear que, hasta su irrupción, «nada de lo que se había hecho era válido», algo que, en el escenario español, ocurrió para Rajoy con el surgimiento de nuevos partidos «que decían que iban a regenerar la política», en alusión velada a Podemos y Ciudadanos.
Durante su discurso, Rajoy ha lanzado críticas al expresidente griego, Alexis Tsipras, o al independentismo catalán, a los que ha acusado de «infantilizar» la opinión pública, otro de los rasgos que, para el exmandatario gallego, caracterizan al populismo.
Cree que se atribuyen «el monopolio de la moral, la decencia y la honradez» con lo que consiguen «poralizar» a la sociedad rompiendo «consensos» como el que, dice, se consiguió durante la Transición.
«GOBIERNO FRANKESTEIN»
«El gran éxito de España es que lo fundamental se hizo por consenso entre los partidos más representativos», ha aseverado antes de lamentar que «todo» aquello «se ha roto».
«Nunca hubo un momento de mayor polarización que ahora», ha espetado Rajoy, que atribuye la responsabilidad de este contexto al «gobierno Frankestein», como ha definido a los apoyos del Partido Socialista desde la moción de censura que terminó con su presidencia en 2018.
SOLUCIONES DE RAJOY
El final de su discurso ha sido empleado por el expresidente para aportar las soluciones que, a su juicio, deberían ponerse sobre la mesa para atajar los «peligros» para la Unión Europea que suponen la influencia en la política de fuerzas «de extrema izquierda, de extrema derecha y de extrema nada».
El exmandatario ha resumido esta receta en «dos palabras»: «más unión y más competencias». En primer lugar, Rajoy ve fundamental «volver al control del gasto público» para, a continuación, acompañar esta contención presupuestaria en «reformas» para reforzar la «competitividad» del viejo continente.
Otra clave para Rajoy es «acertar con la fijación de las prioridades económicas», que pasan por «fortalecer» el comercio y «luchar contra el cambio climático sin castigar la competividad».
A mayores, la crisis provocada por la guerra de Ucraina ha revelado para Rajoy la necesidad de un «mercado único» de la energía a nivel comunitario y de contar con una política exterior y de seguridad que convierta Europa en «un actor internacional efectivo».
También cree preciso el desarrollo de una política de inmigración común que pase por «cooperar» con los países periféricos. «La Unión Europea debe hacer un esfuerzo para tener en nuestras fronteras países en los que pueda llevar un buen nivel de vida», ha concluido.
RUEDA ELOGIA A RAJOY
El encargado de introducir el discurso de Rajoy ha sido el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien ha ensalzado la trayectoria política de una persona «que no necesita autoproclamar su talla ni reescribir el pasado».
«La política no debería ser un campo de pruebas, a la política debería venirse aprendido», ha señalado Rueda en alusión a Rajoy, quien, a su juicio, «dedicó todos sus esfuerzos» en su etapa al frente del Gobierno, en el que se enfrentó a «desafíos» como la crisis económica o el procés independentista, «sin dejarse llevar por el oportunismo».
Ahora, el jefe del Gobierno gallego cree que Rajoy ha sabido encontrar su sitio como expresidente, pues «no está siendo un jarrón chino». «Sabe el lugar que ocupa y realiza aportaciones muy valiosas para el presente y el futuro del país», ha apostillado.