De la Vega sugiere que los vocales del CGPJ «rindan cuentas al Parlamento» porque «llevan dos años parados»
Lamenta que ni las Cortes ni los partidos les reprendan y cree que es por miedo a que les acusen de «atacar la independencia judicial»
La consejera de Estado María Teresa Fernández de la Vega ha llamado este viernes a los partidos a tomar medidas para garantizar la independencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) «de una forma clara y transparente» y para que los jueces «rindan cuentas al Parlamento». A su juicio, los actuales vocales, todos con el mandato caducado, deberían comparecer ante las Cortes porque llevan «dos años parados» y, además, «nadie les dice nada».
Así lo ha propuesto durante su participación en unas jornadas sobre liderazgo, organizadas en el Congreso por la Academia Europea Leadership , en la que ha defendido el vigente modelo de elección de los miembros del órgano de gobierno de los jueces, destacando que es similar al de otros países europeos.
A su juicio, ese sistema «ha funcionado muy bien en un tiempo y ha dejado de funcionar en otro porque no eligieron bien». Según la exvicepresidenta del Gobierno, el origen del conflicto actual «viene determinado por el incumplimiento de un sector muy conservador de la magistratura que no quiere que se mueva nada porque esto le va bien».
LOS PARTIDOS NO MANDAN EN EL CGPJ
De la Vega ha destacado que el bloqueo para la renovación del CGPJ ha salpicado también ha otras instituciones que, como el Tribunal Constitucional, han acumulado retrasos. «Se tiene que desbloquear por la vía democrática», ha apuntado, deslizando también que el nuevo presidente del TC, Cándido Conde Pumpido, podría «mover fichas» para intentar que este asunto se «reconduzca».
La que fuera vocal del CGPJ ha denunciado que se ha intentado «instrumentalizar al Parlamento» diciendo que los miembros del Consejo Judicial están «dirigidos» por los partidos que les proponen, pero asegura que «no es verdad». «No digo que no haya alguno –ha concedido– pero los partidos no mandan en el CGPJ y si alguna vez mandan es por un juez que está allí dentro y se deja influir. Pues que lo echen».
Desde su punto de vista, en España no está en cuestión la independencia judicial, pero todo este conflicto relativo al CGPJ sí puede influir en el deterioro de su imagen.
Ante esta situación considera que lo que hay que hacer es mejorar el funcionamiento del CGPJ y que sus miembros «rindan cuentas ante el Parlamento». «Los partidos tienen que hacer una reflexión e introducir las modificaciones que sean precisas para que quede garantizada la independencia del Poder Judicial de una forma clara y transparente», ha añadido.
Eso sí, ha indicado que con la ley actual los vocales ya pueden acudir a la Cámara a explicar lo que hacen. Así, ha recordado que ella misma compareció en su momento para responder por los retrasos en juzgados. «Si los (vocales) de ahora no lo hacen, tendrá que haber una inspección para ver por qué no lo hacen», ha deslizado, recalcando que en el Consejo «llevan dos años parados y nadie ha dicho nada».
Desde su punto de vista, la propia Cámara podría citar a los vocales para pedirles cuentas, pero ningún partido se atreve porque se le acusará de querer «atacar la independencia de los jueces». «Hay que tener valor para hacer esas cosas en democracia», ha reivindicado.
DEBATES «ABSURDOS» EN EL CONGRESO
Respecto al crecimiento de la desafección con la política, De la Vega ha apuntado que los «debates absurdos» que, desde su punto de vista, plantean los partidos, por ejemplo en las sesiones de control al Gobierno, no ayudan, como tampoco lo hace la crispación o las faltas de respeto a compañeros en el hemiciclo. También ha hablado de la «falta de cultura política» de muchas de las personas que obtienen un escaño.
El coloquio posterior a la intervención de De la Vega ha estado moderado por el exportavoz de la extinta CiU en el Congreso Josep Antonio Duran i Lleida. Ambos han coincidido en que los diputados deben tener más margen de maniobra al margen de la dirección de sus grupos parlamentarios, por ejemplo, dándoles libertad de voto en determinados asuntos o permitiéndoles presentar iniciativas sin aval de sus grupos.