Rosa Díez ve un «insulto» que Sánchez iguale la protesta de Barcelona con la de Madrid: «Demuestra que está preocupado»
La exdiputada Rosa Díez, una de las promotoras de la manifestación del sábado en Madrid contra el Gobierno, ha calificado de «insulto» que Pedro Sánchez equipare la protesta independentista de hoy en Barcelona contraria a la cumbre hispano francesa con la que hay convocada para el fin de semana en la madrileña plaza de Cibeles. A su juicio, las palabras del presidente indican que «está preocupado».
En declaraciones a Europa Press, Díez ha rechazado esa equiparación porque es «distorsionar la realidad» y «comparar lo incomparable», ya que «los que se han manifestado hoy en Barcelona son los socios de Sánchez, los que le hicieron presidente y lo mantienen en la Moncloa».
«Esto es un insulto, insultar a las asociaciones cívicas que no hemos hecho otra cosa que defender la democracia, la pluralidad democrática y la Constitución», ha señalado la dirigente de la plataforma Unión 78, que secunda la convocatoria de este sábado.
Díez ha criticado que se les compare «con los golpistas que dieron un golpe, dicen que volverán a darlo y son sus socios, los que le dictan las reformas del Código Penal» para eliminar el delito de sedición y «abaratar el latrocinio». «Es un insulto propio de Sánchez, palabras que demuestran que está preocupado», ha remachado.
El «GOLPE» ESTÁ EN MADRID
La exdiputada ha reivindicado que las personas que se van a movilizar en las calles de Madrid son «las mismas y por los mismos motivos» que las que salieron en Barcelona el 8 de octubre de 2017 para «defender el orden constitucional» tras el referéndum ilegal.
Esa protesta se hizo en Barcelona porque allí estaba el «epicentro del golpe», que se ha desplazado «a Moncloa, donde ahora está la demolición del sistema democrático», ha considerado.
Durante una comparecencia conjunta en Barcelona con el presidente francés Emmanuel Macron tras celebrar la cumbre hispano francesa, Sánchez ha equiparado las dos manifestaciones, subrayando que la mayoría de los españoles está en medio.
