Carpintería metálica: características y tipos, por ACERO PLUSS
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La carpintería es una técnica muy extendida en el campo de la construcción, especialmente la carpintería metálica, ya que ha permitido al hombre crear estructuras increíblemente complejas que desafían todas las leyes de la física
La carpintería metálica también se utiliza mucho en el campo del urbanismo, a través del cual se crean estructuras capaces de resistir a los agentes atmosféricos, protegiendo así también la seguridad de los ciudadanos que las utilizan.
La carpintería metálica es una técnica muy utilizada, pero es importante estar preparado y tener experiencia en la materia para conseguir buenos resultados.
Esta técnica podría definirse como el corazón palpitante de la fase de construcción de cualquier edificio.
Los materiales utilizados son: hierro, aleaciones de hierro, cobre, latón, zinc, que se eligen meticulosamente, sobre todo en función de la obra que se va a realizar, para satisfacer cualquier tipo de exigencia del solicitante.
Carpintería metálica: ¿qué es?
Antiguamente, las estructuras portantes de cualquier construcción eran de madera y barro, pero con el paso de los años y gracias al espíritu innovador del hombre, la madera y el barro han sido sustituidos por la carpintería metálica por su resistencia, seguridad y validez, y se utiliza para la construcción de viviendas, estructuras civiles, militares e incluso industriales.
A lo largo de los años, el hombre ha tratado de erigir edificios cada vez más imponentes, pero para lograrlo era necesario un estudio minucioso y meticuloso de la metalistería a fin de realizar diseños estructurales precisos y seguros.
Esta técnica tuvo su máxima expansión durante la revolución industrial, de hecho, gracias a la posibilidad de trabajar con metales en grandes cantidades y con la ayuda de la tecnología, hizo que esta técnica no tuviera parangón, pero sobre todo con tiempos de construcción más cortos que cualquier otra técnica. Hoy en día la carpintería metálica utiliza nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia y la precisión del trabajo.
En el sector industrial, la carpintería metálica ha adquirido un papel importante en el mundo de la arquitectura, ya que, utilizando las propiedades del metal, como el hierro y el acero, un material de construcción con muchas ventajas, se han creado numerosas estructuras sin limitaciones funcionales, a menudo creadas a partir de materiales como la piedra o la madera.
Carpintería metálica: ventajas
Uno de los muchos aspectos ventajosos de la construcción de edificios con este tipo de edificación es el hecho de que los distintos elementos utilizados se prefabrican en la zona dedicada a la fase de producción y luego se transportan al lugar de interés.
Todas las piezas que se utilizarán en la fase de construcción son cuidadosamente diseñadas por los ingenieros y arquitectos encargados del proyecto, y luego forjadas por la empresa.
A diferencia del hormigón armado, la carpintería metálica no requiere ningún tiempo específico para endurecer el material, por lo que el proceso es más rápido.
La categoría de estructuras metálicas incluye todos aquellos edificios que deben construirse teniendo en cuenta la estabilidad y la seguridad: por ejemplo, escaleras de acero o pasarelas metálicas, verjas, vallas totalmente de carpintería metálica y edificios públicos.
Esta técnica de construcción está presente en cualquier tipo de vivienda, incluso en los detalles más pequeños, respondiendo a necesidades que no pueden satisfacerse con otros materiales como el hormigón.
Otro aspecto ventajoso de esta técnica es sin duda la relación entre peso y resistencia, que permite construir edificios de dimensiones imponentes, pero al mismo tiempo muy ligeros.
El metal está dotado de una resistencia considerable a cualquier agente atmosférico y, al ser también muy elástico, es poco probable que se rompa. En virtud de ello, la carpintería metálica garantiza la seguridad en todos los aspectos, asegurando la solidez de la construcción y eliminando cualquier posibilidad de que el edificio se derrumbe.
La prefabricación también es una forma válida de realizar cualquier tipo de modificación en la estructura, sobre todo pequeñas obras, adaptando la modificación al diseño final in situ.
Carpintería metálica: pesada y ligera
Cabe distinguir entre los distintos elementos que componen la carpintería metálica, que responden a exigencias totalmente diferentes. La metalistería puede distinguirse en ligera y pesada:
- La carpintería metálica pesada: se utiliza para la construcción de edificios imponentes que también requieren el uso de tecnologías y técnicas especiales. Esta categoría incluye diversas obras como: puentes metálicos, construcción de palacios y edificios públicos y muchas otras. En resumen, para la realización de estas obras es necesario utilizar estructuras de acero pesadas, ya que requieren una mayor seguridad, especialmente para la función de la obra, y un cuidadoso estudio en la fase de diseño.
- Carpintería metálica ligera: nace y responde a diferentes necesidades, manteniendo altos estándares de calidad. El adjetivo «ligero» se utiliza para indicar el tamaño de los elementos realizados, en comparación con el conjunto de la obra, como una escalera de caracol o un parapeto de hierro.
Esta técnica de construcción pertenece al ámbito industrial, pero también tiene un toque artesanal. De hecho, hay numerosos talleres que se dedican a la creación de obras decorativas que pueden aplicarse como acabado a toda la obra.
Carpintería metálica: más detalles
Las ventajas de la carpintería metálica son muchas, pero los costes son bastante elevados porque garantizan un buen producto.
El precio se calcula en función de la relación entre el kg y el m2. En concreto, el material no es muy caro, al contrario, pero su peso eleva inevitablemente el precio final.
Además, siempre se recomienda aplicar al metal tratamientos específicos, como el galvanizado, para evitar que se corroa. Este último punto es muy fundamental desde el punto de vista económico, ya que elimina los costes de mantenimiento periódico típicos del hormigón.
En el caso de la carpintería metálica ligera, implica menores costes, ya que los trabajos a realizar son de menor envergadura y la fase de mantenimiento también puede realizarse individualmente, sin necesidad de contratar a alguien y pagar costes adicionales.
Fuente Comunicae