Defensa ultima el envío de una batería antimisiles Nasams a Estonia
El Ministerio de Defensa estudia «muy favorablemente» una petición de Estonia para que España ubique en su territorio una batería de misiles Nasams de defensa antiaérea, igual a la que ya permanece desplegada en Letonia desde junio de 2022.
El inicio de la guerra de Ucrania en febrero del pasado año ha provocado un importante refuerzo de la presencia militar de los países de la Alianza Atlántica en su flanco este, en la frontera con Rusia, dentro de las misiones de «defensa y disuasión».
España ha participado en este aumento de tropas allí desplegadas con un incremento de los efectivos en Letonia –han pasado de 350 militares a 600–, la multiplicación de las misiones de policía aérea en el Báltico y el Mar Negro y una aportación naval permanente en las misiones de la OTAN en el Mediterráneo.
Dentro de este aumento de capacidades, en el mes de junio, el Regimiento de Artillería Antiaérea nº 73 del Ejército de Tierra desplegó en la base letona de Lielvardes una Unidad de Defensa Antiaérea (UDAA), sobre la base de una batería Nasams , y más de 80 efectivos.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, reveló este martes que Estonia ha realizado a España una petición similar para contar con una batería antimisiles en su territorio durante cuatro meses. Fuentes militares han asegurado a Europa Press que el Gobierno español ve «muy favorablemente» esta petición.
La batería Nasams tiene un alcance de 25 kilómetros y cuenta con dos lanzadores de seis misiles, además de un radar y un centro de mando y control.
PRESENCIA EN RUMANÍA
También como parte del refuerzo de la vigilancia del espacio aéreo del flanco este de la OTAN, España desplegó un rádar de alerta temprana en Rumanía el pasado 15 de octubre, junto a unos 38 efectivos del Ejército del Aire y del Espacio.
Además, actualmente se encuentran desplegados ocho cazas F-18 y otros 130 miembros del Ejército del Aire en Rumanía como parte del destacamento Viespe de defensa de su espacio aéreo. Se trata de una misión en marcha desde el 1 de diciembre y que se prolongará hasta el próximo 31 de marzo con el objetivo de identificar aeronaves que se aproximen al cielo de la OTAN sin identificar.