Cantabria tendrá un tiempo borrascoso en las fiestas navideñas con temperaturas «bastante altas»
La temperatura del invierno será entre normal y cálida
Cantabria tendrá durante los próximos días, coincidiendo con las fiestas navideñas, un tiempo borrascoso, con temperaturas por encima de lo normal, «bastante altas», «algo» de lluvia, aunque «en cantidades muy pequeñas»; y vientos que predominarán de sur y suroeste, aunque no soplarán fuerte. De esta forma, no se esperan nevadas ni temporales del norte.
Así, de aquí a fin de año la situación del tiempo va a seguir «bastante parecida», «borrascoso», a excepción del anticiclón que se espera para los días 27 y 28 de diciembre, en el que habrá un tiempo «bastante estable» y sol, ha avanzado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) este miércoles en rueda de prensa para informar sobre el balance del otoño y la previsión para el invierno.
De cara al invierno –enero, febrero y marzo de 2023–, que comienza este miércoles, 21 de diciembre, a las 22.48 horas, el delegado de la AEMET en Cantabria, José Luis Arteche, ha señalado que la temperatura será entre normal y cálida en la Península Ibérica.
OTOÑO MUY CÁLIDO Y SECO
En cuanto al otoño, el responsable de climatología, Juan José Rodríguez, ha indicado que la región tuvo un carácter muy cálido, con 14,6 grados centígrados de media; y seco, con 241 litros por metro cuadrado.
En concreto, septiembre fue cálido y húmedo; octubre extremadamente cálido y muy seco; y noviembre muy cálido y seco. El año hidrológico en su conjunto acumula un déficit del 21 por ciento.
Se trata del 11º otoño más seco del periodo 1961-2022 y el cuarto más cálido –por detrás de los de 2014, 2006 y 1983–; tras un verano seco y extremadamente cálido –el más cálido del registro–, una primavera seca y muy cálida –la octava–; y un invierno seco y cálido en 2022.
Asimismo, durante el último trimestre del año el viento sopló más de lo esperado en la región, afectada por las borrascas Armand, Béatrice (19 y 22 de octubre) y Claudio (31 de octubre), especialmente el viento sur.
La temperatura más alta del otoño en la comunidad autónoma se registró el 11 de septiembre en Ramales, 38,3 grados, seguida de la de Tama, 38,2, y la de Terán, 38 grados, ese mismo día.
La mínima más baja se produjo en Nestares el 5 de noviembre, -3,2 grados; la máxima precipitación en Soba, 65,6 mm el 29 de septiembre; y la racha más fuerte de viento en Alto Campoo, con 124 kilómetros por hora el 23 de octubre.
Las horas de sol durante el otoño se situaron en la estación de Santander/Parayas en 419,9, un 110 por ciento, «un poco por encima de lo normal, pero nada reseñable». Mientras que se dieron un total de 707 descargas eléctricas procedentes de rayos, casi todas concentradas durante los días 13 de septiembre –518–, 25 de octubre –46– y 21 de noviembre –64–.