Investigados el exciclista Vicente Belda y su hijo por la red de dopaje en la que fue detenido el doctor Marcos Maynar
La Guardia Civil les acusa de elaborar entrenamientos con sustancias prohibidas a cambio de hasta 3.000 euros al año por deportista
La Guardia Civil investiga al exciclista y exdirector deportivo Vicente Belda y a su hijo por su supuesta relación con una trama de dopaje en el deporte en la que fue detenido el pasado mes de mayo el doctor extremeño Marcos Maynar, acusado de tráfico de medicamentos no autorizados en España.
La operación Ilex , desarrollada por la Unidad Central Operativa (UCO), ha identificado a todos los componentes del supuesto grupo criminal que operaba desde la provincia de Cáceres elaborando planes de entrenamiento ligados al dopaje, lo que era compensado con el pago de hasta 3.000 euros por deportista y temporada. Entre los consumidores finales se ha identificado a un menor de edad.
Según ha precisado en un comunicado la Guardia Civil, la red se dedicaba a la distribución ilícita de medicamentos dentro y fuera de España, y también a la fabricación de estas sustancias prohibidas en el deporte, «siendo los destinatarios deportistas de primer nivel».
Fuentes de la investigación precisan que como supuesto líder del grupo figuraba Marcos Maynar, detenido en mayo en una operación en la que también fue arrestado su ayudante en el laboratorio de la Universidad de Extremadura por la presunta comisión de delitos de tráfico de medicamentos y dopaje en el deporte, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales.
Otras seis personas están investigadas, entre ellas Vicente Belda, un histórico ciclista y director de este deporte al que ya le salpicó la Operación Puerto , también por dopaje. Un hijo suyo, Vicente Belda García, masajista en el equipo Astana, también figura entre los investigados en las diligencias que dirige el Juzgado de Instrucción 4 de Cáceres.
A los deportistas que captaba su red, Maynar les ofrecía la preparación de los entrenamientos, complementación nutricional, y el suministro para el consumo de medicamentos y sustancias prohibidas en el deporte. Estos deportistas, que abonaban una cuota anual de unos 3.000 euros, eran sometidos a un estudio previo mediante analíticas y pruebas de esfuerzo realizadas en las instalaciones de la Facultad de Ciencias del Deporte de Extremadura, en la que Maynar desempeña labores docentes.
HASTA 3.000 EUROS POR EL PLAN DE ENTRENAMIENTO
Los investigadores han constatado que la red captaba a deportistas que ponían en contacto con Maynar, doctor en Fisiología del Ejercicio, para ser sometidos a un estudio previo mediante analíticas y pruebas de esfuerzo. Estas pruebas eran realizadas en las instalaciones de la Facultad de Ciencias del Deporte de Extremadura, al igual que la fabricación, recepción y almacenamiento de ciertos medicamentos.
Posteriormente, se les preparaba un plan de entrenamiento en el que se incluía el consumo de medicamentos no autorizados en España, según la Guardia Civil, así como de otros incluidos en la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje. Estos planes contaban con un «detallado calendario de consumo de estas sustancias, previo a la participación en distintas competiciones oficiales».
Este plan de entrenamiento ligado presuntamente al dopaje era compensado por los deportistas con el pago de hasta 3.000 por temporada, dependiendo de su nivel y de la posibilidad de obtención de premios. Entre los consumidores finales se ha identificado a un menor de edad, según ha especificado la Guardia Civil.
Los medicamentos y sustancias prohibidas llegaban a los deportistas por «canales seguros», interponiendo a terceras personas para ocultar la relación médico-deportista y, en algunos casos, se entregaban directamente en mano cuando se trataba de deportistas de primer nivel.
Las comunicaciones entre médico y deportista se llevaban a cabo por medio de aplicaciones de mensajería seguras y, en algún caso, se ha detectado que los investigados hacían uso de aplicaciones que dificultan la lectura de los mensajes como medida de seguridad extra.
En los dos registros en Plasencia (Cáceres) y la Facultad de Ciencias del Deporte de Extremadura se han intervenido distintos medicamentos no autorizados en España, como Actovegin, Ácido Dicloroacético (DCA) y Teofilina, así como sustancias prohibidas en el deporte como la Hormona Menotropina, además de otros facilitados a los deportistas como cafeína en presentación inyectable o supositorio y gran cantidad de cápsulas vacías preparadas para su relleno con alguno de estos medicamentos para su posterior distribución.
La operación continúa abierta, estando actualmente en fase de estudio la información contenida en diversos dispositivos electrónicos intervenidos, como ordenadores, discos duros y otros soportes de memoria y teléfonos móviles, no descartándose nuevas detenciones o investigaciones.
Esta operación ha sido llevada a cabo por la Sección de Salud Pública y Dopaje de la Unidad Central Operativa (UCO), en estrecha colaboración con la Agencia Estatal Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte (CELAD), Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), International Testing Agency (ITA) y la Universidad Católica de Murcia (UCAM).