El cribado del cáncer de pulmón aumenta drásticamente la supervivencia a largo plazo, según un estudio
Diagnosticar el cáncer de pulmón en su fase inicial mediante un cribado por tomografía computarizada (TC) de baja dosis mejora drásticamente la tasa de supervivencia a largo plazo de los pacientes con cáncer, según un estudio internacional a gran escala y de 20 años de duración.
«Aunque el cribado no evita que se produzcan los cánceres, es una herramienta importante para identificar los cánceres de pulmón en su fase inicial, cuando pueden ser extirpados quirúrgicamente», ha comentado la doctora Claudia Henschke, autora principal del estudio, que se presentará la próxima semana en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA, por sus siglas en inglés).
El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer. Según la Asociación Americana del Pulmón, la tasa media de supervivencia a cinco años del cáncer de pulmón es del 18,6 por ciento. Sólo el 16 por ciento de los cánceres de pulmón se diagnostican en una fase temprana, y más de la mitad de las personas con cáncer de pulmón mueren en el plazo de un año tras el diagnóstico.
Aunque los tratamientos de los cánceres en fase más avanzada con terapia dirigida e inmunoterapia han avanzado mucho, la mejor herramienta en la lucha contra las muertes por cáncer es el diagnóstico precoz mediante el cribado con TC de baja dosis antes de que aparezcan los síntomas.
«Los síntomas aparecen sobre todo en el cáncer de pulmón en fase avanzada. Por lo tanto, la mejor manera de encontrar el cáncer de pulmón en fase temprana es inscribirse en un programa de cribado anual», ha detallado la doctora Henschke, profesora de Radiología y directora del Programa de Acción Temprana de Pulmón y Corazón de la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí de Nueva York (Estados Unidos).
Estos investigadores llevan años estudiando la eficacia de la detección del cáncer con el cribado por TC de baja dosis. Los esfuerzos de los investigadores por avanzar en el cribado por TC de la enfermedad pulmonar en fase temprana condujeron a la creación del Programa Internacional de Acción contra el Cáncer de Pulmón en Fase Temprana (I-ELCAP). Iniciado en 1992, este programa de investigación multiinstitucional y multinacional ha contado con más de 87.000 participantes de más de 80 instituciones.
En 2006, los investigadores identificaron una tasa de supervivencia a 10 años del 80 por ciento para los pacientes cuyo cáncer se identificó mediante el cribado por TC. Para este estudio, analizaron las tasas de supervivencia a 20 años.
«Lo que presentamos aquí es el seguimiento a 20 años de los participantes en nuestro programa de cribado que fueron diagnosticados de cáncer de pulmón y posteriormente tratados. El hallazgo clave es que incluso después de este largo intervalo de tiempo no están muriendo de su cáncer de pulmón», ha resaltado Henschke.
El estudio ha evidenciado que la tasa de supervivencia a 20 años era del 80 por ciento para los 1.285 participantes del I-ELCAP a los que se les había diagnosticado un cáncer de pulmón en fase inicial.
La tasa de supervivencia tanto de los 139 participantes con nódulos pulmonares cancerosos no sólidos como de los 155 participantes con nódulos de consistencia parcialmente sólida fue del 100 por cien. Para los 991 participantes con nódulos sólidos, la tasa de supervivencia fue del 73 por ciento.
Los investigadores también calcularon la supervivencia de los cánceres de pulmón clínicos en estadio IA y de los cánceres de pulmón patológicos en estadio IA resecados que medían 10 mm o menos de diámetro medio de longitud y anchura en la misma imagen de TC. Un cáncer de pulmón en estadio I es un tumor muy pequeño que no se ha extendido a ningún ganglio linfático.
La supervivencia del cáncer de pulmón para los participantes en el estadio IA clínico fue del 86 por ciento, independientemente de la consistencia. Para los participantes con cánceres en estadio IA patológico de 10 mm o menos, la tasa de supervivencia a 20 años fue del 92 por ciento.
Los resultados muestran que, al cabo de 20 años, los pacientes a los que se les diagnostica un cáncer de pulmón en un estadio temprano mediante el cribado por TC tienen unos resultados significativamente mejores. Al extirpar quirúrgicamente el cáncer cuando es lo suficientemente pequeño, los pacientes pueden curarse eficazmente a largo plazo.
Los resultados demuestran la importancia del cribado rutinario y precoz. «En última instancia, cualquier persona interesada en someterse a un cribado debe saber que, si tiene la desgracia de desarrollar un cáncer de pulmón, éste puede curarse si se detecta a tiempo», ha remachado la doctora Henschke.
Estados Unidos recomienda el cribado anual del cáncer de pulmón con TC de baja dosis en adultos de entre 50 y 80 años que tengan un historial de tabaquismo de 20 paquetes y que actualmente fumen o hayan dejado de fumar en los últimos 15 años.