Consumir alcohol en el embarazo, aunque sea bajo, puede cambiar la estructura cerebral del bebé y retrasar su desarrollo
El consumo de alcohol, aunque sea bajo, puede cambiar la estructura cerebral del bebé y retrasar su desarrollo, según han avisado investigadores de la Universidad de Medicina de Viena (Austria) en un estudio que va a ser presentado en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte.
«Desafortunadamente, muchas mujeres embarazadas desconocen la influencia del alcohol en el feto durante el embarazo. Por lo tanto, es nuestra responsabilidad no solo investigar, sino también educar activamente al público sobre los efectos del alcohol en el feto», han dicho los expertos.
Para el estudio, los investigadores analizaron exámenes de resonancia magnética de 24 fetos de entre 22 y 36 semanas de gestación con exposición prenatal al alcohol. La exposición al alcohol se determinó mediante encuestas anónimas a las madres.
En los fetos con exposición al alcohol, la puntuación de maduración total fetal (fTMS) fue significativamente menor que en los controles de la misma edad, y el surco temporal superior derecho (STS) fue más superficial. El STS está involucrado en la cognición social, la integración audiovisual y la percepción del lenguaje.
«Encontramos los mayores cambios en la región temporal del cerebro y STS. Sabemos que esta región y, en concreto, la formación del STS, tiene una gran influencia en el desarrollo del lenguaje durante la infancia», han dicho los expertos, quienes observaron cambios cerebrales en los fetos incluso con niveles bajos de exposición al alcohol.
No obstante, no está claro cómo estos cambios estructurales afectarán el desarrollo del cerebro en estos bebés después del nacimiento. «Para evaluar esto con precisión, debemos esperar a que los niños que fueron examinados como fetos en ese momento crezcan un poco, de modo que podamos invitarlos a realizar más exámenes. Sin embargo, podemos asumir firmemente que los cambios que descubrimos contribuyen a las dificultades cognitivas y conductuales que pueden ocurrir durante la infancia», han zanjado los investigadores.