Bruselas centra en frenar salidas y agilizar retornos su propuesta migratoria tras el pulso entre París y Roma
Dice que mayoría de migrantes rescatados en el Mediterráneo central tienen motivación económica, sin opción a protección internacional
BRUSELAS, 21
La Comisión Europea ha centrado este lunes su plan de acción propuesto para contener el pulso abierto entre Francia e Italia por el rescate y desembargo de migrantes en el Mediterráneo central en tomar más medidas para frenar las salidas irregulares y agilizar las deportaciones a los países de origen, ya que, a su juicio, la mayoría de los casos se deben a la migración económica y no pueden optar a la protección internacional.
«Cuando se observa las nacionalidades de quienes llegan, muchos simplemente quieren venir y ahorrar algo de dinero. Sólo quieren ser parte de nuestro mercado laboral y les necesitamos en nuestro mercado labora, pero no queremos que entren de este modo», ha expuesto la comisaria de Interior, Ylva Johansson, en una rueda de prensa para presentar las claves de su «plan de acción para el Mediterráneo central».
«Una mayoría significativa de quienes llegan no necesitan protección internacional. Llegan desde Libia pero son, predominantemente, de Egipto, Túnez y Bangladesh», ha expuesto la comisaria.
El paquete se compone de una veintena de medidas, en su mayoría ya existentes o propuestas en la reforma de la política de migración y asilo que negocia la UE desde hace varios años, pero busca resolver algunas «lagunas» que complican la gestión y control de una de las rutas más utilizadas por quienes tratan de llegar a la Unión Europea, pero también «una de las más mortíferas».
Sin embargo, tras la crisis abierta entre Francia y el nuevo Gobierno ultraderechista de Italia, que rechazó autorizar el desembarco de más de 200 migrantes a bordo de un buque de la ONG SOS Mediterránée pese a ser sus puertos el lugar seguro más próximo, llevó a París y Bruselas a presionar al resto del bloque para convocar una reunión extraordinaria a nivel de ministros.
Los ministros de Interior de la UE se encontrarán finalmente este viernes 25 en la capital europea para debatir soluciones comunes en «todas las rutas» migratorias, según la convocatoria oficial, aunque la cita extraordinaria tendrá como punto central el plan de acción presentado por Johansson.
Como ya hiciera durante las semanas en que Italia se negó a recibir a la embarcación de SOS Mediterranée, el Ejecutivo comunitario ha reiterado este lunes por boca de su comisaria de Interior que es una obligación legal para los Estados miembro prestar socorro a los migrantes en alta mar y garantizar su seguridad, «sin importar las circunstancias que les llevaron ahí».
«La obligación legal para rescatar y asegurar la vida de estas personas es clara e inequívoca», ha zanjado Johansson, quien ha insistido en «subrayar que salvar vidas es siempre la primera obligación» en lo que a la posición de la UE frente a la migración se refiere.
Pero la comisaria ha añadido que la situación en el Mediterráneo central en estos momentos plantea «muchos retos» y se ha referido también a la «falta de claridad» que aún hay respecto al papel de embarcaciones privadas que asumen tareas de salvamento en la región.
En este contexto ha apelado a una «mayor cooperación» entre todos los actores implicados, desde los Estados miembro hasta las ONG, pasando por las autoridades de salvamento y agencias internacionales, al tiempo que ha recordado que el Pacto Migratorio de la UE que se negocia incluye también una suerte de «código de conducta» para los barcos privados.
En todo caso, Johansson ha explicado que el plan de acción que defenderá ante los ministros se apoya en tres pilares fundamentales, el primero de ellos dirigido a reforzar la cooperación con países terceros y organismos internacionales para reforzar el control de la frontera y combatir las mafias que trafican con personas.
En este punto, por ejemplo, Bruselas plantea reforzar los medios de que disponen Túnez, Egipto y Libia para que mejoren la vigilancia de su frontera y contengan las salidas irregulares y también «reforzar el compromiso diplomático sobre retornos», para agilizar las deportaciones, al tiempo que se «potencian vías legales» para llegar a la UE.
En segundo lugar, el Ejecutivo comunitario reclama una mejor coordinación en materia de rescate entre Estados miembro pero también de los países con otros actores como Frontex, ACNUR o la OIM a través del Grupo de contacto para la búsqueda y rescate cuya creación propone en el marco del Pacto Migratorio.
La tercera clave de la propuesta de los servicios comunitarios tienen que ver con reforzar la puesta en marcha de la plataforma voluntaria para la reubicación de migrantes en los países de la UE, una iniciativa que suscribieron más de una decena de países, entre ellos España, pero que apenas ha permitido el traslado de una cifra simbólica de personas hasta ahora.