Stoltenberg avisa en contra de una eventual dependencia de China ahora que se deja atrás la de Rusia
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha avisado del riesgo de caer en eventuales dependencias de China ahora que los países aliados están tratando de poner fin a su dependencia energética de Rusia a raíz de la guerra en Ucrania, citando en particular el despliegue de la tecnología de telefonía móvil 5G.
Así lo ha hecho ver durante su intervención y posterior ronda de preguntas durante la Asamblea Parlamentaria de la Alianza Atlántica que se celebra en Madrid. Stoltenberg ha denunciado el «chantaje» energético por parte de Rusia y se ha felicitado del hecho de que los aliados estén diversificando sus fuentes de suministro en este ámbito, tras la dependencia existente respecto al gas y el petróleo ruso.
En este sentido, ha defendido que «tenemos que tener cuidado y no crear nuevas dependencias, sobre todo de China». «Vemos que los chinos están intentando controlar cada vez más nuestras infraestructuras críticas, nuestras cadenas de suministro y nuestros sectores industriales», ha afirmado.
«Los minerales de tierras raras de China están en todos sitios, los tenemos en nuestros teléfonos, en nuestros coches, en nuestros equipos militares», ha añadido, defendiendo que «a los regímenes autoritarios no les podemos permitir que exploten nuestras vulnerabilidades y que nos vayan socavando».
Aunque ha apostado por seguir «negociando y comerciando con China», ha advertido de que los aliados no pueden depender del gigante asiático para algunos productos críticos, tras recordar las «implicaciones sobre la seguridad» que la dependencia del gas ruso ha puesto de manifiesto, ya que este ha sido usado por el presidente ruso, Vladimir Putin, «como arma» en la guerra de Ucrania.
En este sentido, Stoltenberg se ha referido expresamente al despliegue de la red 5G en los países de la Alianza y al hecho de que pueda encargarse de ello la empresa china Huawei.
En su opinión, hay que tener en cuenta a la hora de tomar la decisión las implicaciones que esto pueda tener para la seguridad y por ello ha apostado por «desarrollar más directrices, coordinarlas y compartir información para que no vuelva a pasar lo que ha pasado con el gas ruso».
Así las cosas, Stoltenberg ha incidido en la necesidad de fomentar la resiliencia y de impulsar la protección de infraestructuras críticas, recordando que precisamente por este motivo en el nuevo Concepto Estratégico adoptado en la Cumbre de Madrid del pasado junio se menciona por primera vez a China como amenaza.