Reino Unido retira sus tropas de mantenimiento de paz en Malí
LONDRES, 14 (DPA/EP)
El Gobierno de Reino Unido ha anunciado este lunes la decisión de retirar sus tropas de mantenimiento de paz en Malí a pesar de que la región africana del Sahel está siendo escenario de un resurgimiento de la actividad islamista.
El secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, James Heappey, ha confirmado que el contingente británico de 300 soldados, miembros de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA), abandonará el país africano antes de tiempo.
«La responsabilidad de todo esto recae en Bamako. Dos golpes (de Estado) en tres años han socavado los esfuerzos internacionales para promover la paz», ha manifestado el representante británico.
Con esta medida, Londres sigue los pasos antes dados por París, que ya en febrero anunció que sus tropas en Malí se trasladarían a Níger para continuar desde allí su lucha contra la actividad yihadista en la región.
Estas decisiones son una muestra más de las reticencias de gran parte de la comunidad internacional tanto con la junta militar de Malí, como con su supuesto alineamiento con el Grupo Wagner, una organización de mercenarios rusos.
Para Heappey, el Grupo Wagner está vinculado a «abusos masivos de los Derechos Humanos», con lo que el acercamiento de Bamako a la organización es «contraproducente para la estabilidad y la seguridad duraderas en la región».
«Este gobierno no puede desplegar el ejército de nuestra nación para brindar seguridad cuando el gobierno del país anfitrión no está dispuesto a trabajar con nosotros para brindar estabilidad y seguridad duraderas», ha aseverado Heappey.
Pese a todo, el secretario de las Fuerzas Armadas, dependiente del Ministerio de Defensa, ha incidido en que Reino Unido seguirá trabajando en estrecha colaboración con Francia y otros aliados parar «reequilibrar» el despliegue británico en el Sahel y África Occidental.
Londres certificó en 2020 el destino de tropas a Gao, en el este de Malí, un gesto que el que en aquel momento fuera primera ministro británico, Boris Johnson, ensalzó como la demostración de que Reino Unido podría ser una «fuerza para el bien».