Expertos resaltan que los biosimilares «permiten tratar a más pacientes, antes y mejor»

Los expertos reunidos en la presentación del documento Biosimilares: innovación desde la sostenibilidad , organizada por la Asociación Española de Biosimilares (BioSim), han destacado que los biosimilares «permiten tratar a más pacientes, antes y mejor», ya que sus innovaciones, además de proporcionar coste-efectividad al Sistema Nacional de Salud (SNS), mejoran la administración y la adherencia de los fármacos.

Concretamente, la directora general de BioSim, Encarnación Cruz, ha puesto de manifiesto que los biosimilares «permiten adelantar líneas de tratamiento, mejorando el resultado en salud y la calidad de vida de los pacientes». Asimismo, ha puesto de manifiesto la capacidad innovadora de los mismos. «Aunque parezca contradictorio, la aparición de biosimilares permite la incorporación de innovaciones terapéuticas», ha señalado, para reclamar la importancia de que la sociedad conozca estas innovaciones.

Precisamente, este informe, que ha sido coordinado y redactado por el profesor Fernando de Mora, catedrático de Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona, se dirige a los profesionales sanitarios, pero, «sobre todo, está dirigido a las administraciones», según Cruz. «Con este documento, buscamos levantar consciencia sobre el valor añadido de los biosimilares, más allá de una cuestión puramente de precios. Da argumentos a las administraciones sanitarias para tener un recurso mejor elaborado sobre por qué conviene introducir el uso de biosimilares, como, por ejemplo, que permiten tratar a un mayor número de pacientes», ha apuntado.

Tal y como se resalta en el informe, la incorporación de los propios biosimilares de innovación incremental (como una mejora del dispositivo, o mejora galénica), o de innovación disruptiva en estos u otros medicamentos biológicos (como evolución hacia nuevas vías de administración) ofrece beneficios tangibles en práctica clínica.

«Los biosimilares ofrecen innovación tecnológica, terapéutica y farmacéutica», ha apuntado por su parte el presidente de BioSim, Joaquín Rodrigo. «En primer lugar, entendemos por innovaciones tecnológicas las mejoras de las técnicas, metodologías en equipos propiciadas por el desarrollo de los biosimilares», ha explicado.

En este sentido, ha concretado que el desarrollo de biosimilares resulta de la aplicación de una tecnología por lo general más sofisticada, por actualizada, que la que se utilizó en su día en el desarrollo y producción del producto original. «Por ejemplo, la innovación tecnológica ha permitido una mayor consistencia entre lotes por mejoras en el proceso de fabricación y una mayor estabilidad», ha detallado Rodrigo.

Por otro lado, la innovación terapéutica es el conjunto de mejoras de determinados tratamientos instigadas por la utilización de biosimilares en práctica clínica. «Aunque parezca paradójico, porque la versión biosimilar tiene por objetivo replicar con la mayor fidelidad posible el producto original de referencia, la utilización de biosimilares en práctica clínica puede ser fuente directa de avances terapéuticos por muy diversas vías», ha apuntado. Ejemplo de ello son los nuevos dispositivos que mejoran el confort y reducen el número de administraciones. Así, se acorta el tiempo de espera de los pacientes para recibir un biológico.

En cuanto a la innovación farmacéutica, esto es, el emprendimiento de proyectos de investigación y desarrollo como consecuencia de la comercialización, o la expectativa de comercializaión de biosimilares. En este aspecto, Rodrigo ha diferenciado entre innovación disruptiva (reposicionamiento farmacéutico y optimización de dianas) e innovación incremental.

Ejemplos de estos últimos son los casos en que el fármaco biológico se administra por vía intravenosa, mientras que el biosimilar se ha fabricado y comercializado con una versión subcutánea que permite una mayor accesibilidad y comodidad en la forma de administración para los pacientes. «Esto mejora la adherencia», ha reiterado Rodrigo.

Por su parte, el farmacéutico del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, Vicente Merino, ha destacado que una de las principales ventajas de introducir biosimilares en los hospitales es que «se produce un ahorro por el que quedan recursos disponibles para introducir productos innovadores». «Con los biosimilares, gastando los mismos recursos, tratas a más pacientes», ha destacado. Al hilo, ha celebrado que las innovaciones farmacéuticas introducidas por los biosimilares contribuyen a que el paciente sea más activo y más autosuficiente, «y esto a nivel sanitario se valora mucho».

Para el jefe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos y productos sanitarios, Antonio Blázquez, «el biosimilar es una herramienta de control de gasto, pero no puede quedarse ahí». «Tiene que ser algo más, porque, si no, al producir su introducción la bajada de precio en el medicamento biológico, si no se profundiza en sus innovaciones, se produce poca penetrabilidad del biosimilar en el SNS», ha apuntado.

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