La Unidad de Ictus del Ruber Juan Bravo incorpora un sistema de monitorización 24 horas
La Unidad de Ictus del Ruber Juan Bravo incorpora un sistema de monitorización 24 horas para el manejo de la fase aguda, según han informado desde el centro hospitalario con motivo de la celebración, este sábado, del Día Mundial del Ictus.
El ictus es la primera causa de muerte en la mujer y la segunda en la población general en España y cada año se producen más de 100.000 episodios de ictus. Además, según los datos de la Federación Española de Daño Cerebral Adquirido en España más de 435.400 personas viven con daño cerebral adquirido y más del 80 por ciento de los casos tienen su origen en un ictus, por delante de los traumatismos craneoencefálicos y otras causas.
Para atender esta patología, que puede dejar graves secuelas, el complejo hospitalario Ruber Juan Bravo puso en marcha hace más de 5 años, en 2017, la Unidad de Ictus, que ofrece servicio urgente al Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, al Hospital la Luz y al Hospital Quirónsalud Sur.
«La atención inmediata es esencial para mejorar el diagnóstico y reducir el riesgo de secuelas, por lo que aseguramos una asistencia urgente las 24 horas en los 5 centros que integran la unidad», ha dicho el jefe del Departamento de Neurología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, Rafael Arroyo.
Además, prosigue, un «innovador» sistema de Teleictus permite al neurólogo atender por teleconferencia y en tiempo real al paciente en cualquiera de los hospitales. El tratamiento comienza sin demoras en cada centro, y una vez estabilizada la situación inicial, el paciente es trasladado al Hospital Ruber Juan Bravo para vigilar la evolución, completar el estudio y adecuar el tratamiento en consecuencia.
«Ahora damos un paso más habilitando un nuevo espacio dedicado exclusivamente a nuestros pacientes con ictus con un sistema de monitorización cardiaca y de constantes para el manejo de la fase aguda de ictus», ha añadido el coordinador de la Unidad de Ictus de Quirónsalud Madrid, Jaime González-Valcárcel.
Este nuevo servicio dispone de cuatro camas con monitorización, un neurólogo (de presencia física en turnos de mañana y tarde y de guardia localizada de noche), un especialista en medicina intensiva (de presencia física las 24 horas) y una enfermera por turno (mañana, tarde y noche) dedicada exclusivamente a los pacientes de la unidad.
Del mismo modo, incorpora cuatro monitores para monitorización cardiaca y tensional y pulsioximetría, además de un sistema móvil de teleictus que permite al neurólogo poder reevaluar a los pacientes de manera inmediata en cualquier momento. Finalmente, la Unidad de Ictus dispone de un equipo de guardia de neurorradiólogos intervencionistas que asegura el acceso a tratamientos endovasculares 24 horas.
El ingreso en una unidad de ictus especializada, con una vigilancia clínica estrecha y monitorización cardiaca y de constantes ha demostrado ser un tratamiento eficaz en el manejo de los pacientes en fase aguda de ictus, mejorando por sí solo el pronóstico a largo plazo de los pacientes, disminuyendo el riego de complicaciones agudas y con la ventaja de ser aplicable a la gran mayoría de los pacientes con ictus.
«La existencia de un espacio específico dedicado a la unidad de ictus, con personal médico y de enfermería especializado y enfocado al manejo de esta patología facilita además la aplicación de protocolos clínicos complejos, asegurando una atención individualizada de calidad para nuestros pacientes», ha zanjado Arroyo.