Montero defiende la «prudencia» en ingresos y critica que bajadas de impuestos de PP no combaten la inflación
Asegura que la teoría de la servilleta de Laffer «no funciona» y defiende que «los que más capacidad tienen más aporten»
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha defendido este miércoles la «prudencia» en la previsión de ingresos contemplada en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2023 y ha criticado que las medidas fiscales planteadas por el PP, como la deflactación del IRPF o la eliminación del impuesto sobre Patrimonio –implantadas en algunas de sus comunidades– no combaten la inflación.
«La deflación que persigue el PP o la eliminación del Impuesto de Patrimonio no combate la inflación e implica una rebaja fiscal para rentas más altas y prácticamente residual para las rentas más bajas», ha advertido la ministra durante su intervención inicial para defender las nuevas cuentas públicas en su primer examen parlamentario, el debate de totalidad.
Durante la defensa de las cuentas públicas de 2023, Montero ha defendido que parten de una previsión muy prudente de los ingresos públicos «que está así constatada por todos los analistas y por todos los organismos que han dado su opinión sobre esta cuestión».
De hecho, el crecimiento de los ingresos no financieros previsto para 2023 (6%) va a permitir al Gobierno contar con un margen de actuación en el caso de que la evolución internacional así lo aconseje y se tengan que extender las medidas temporales para hacer frente al alza de precios y a las consecuencias de la guerra en Ucrania.
EL PAÍS «MERECE» UN DEBATE EN PROFUNDIDAD SOBRE FISCALIDAD
Pese a ello, Montero ha vuelto a insistir en que el país «merece» un debate en profundidad sobre la fiscalidad, un debate de fondo y, por tanto, «no abordado desde posiciones demagógicas o cortoplacista». La posición del Ejecutivo respecto a la fiscalidad es la consecución de un sistema fiscal justo y progresivo donde los que más capacidad tienen más aporten para que quienes más necesitan así lo reciban.
«Esto es lo que mandata la Constitución, pero además es lo que está defendiendo el Fondo Monetario Internacional o la propia Unión Europea», ha recalcado Montero. Ello pone de manifiesto, en su opinión, que la teoría de la servilleta de Laffer «no funciona».
Al contrario, la ministra ha explicado que un reciente análisis sobre reformas fiscales en 18 países de la OCDE en los últimos 50 años ha demostrado que recortar impuestos al 1% más rico «ni impulsa el PIB ni baja el paro, sino que aumenta la desigualdad».
ES «PRECISO PEDIR UN PLUS DE SOLIDARIDAD» A LOS QUE MÁS TIENEN
Por ello, la ministra ha justificado que, en este contexto, sea preciso pedir un «plus» de solidaridad por parte de lo que tienen más capacidad y es por ello que el Gobierno plantea, por ejemplo, incrementar el tipo impositivo sobre las rentas de capital superior a los 200.000 euros. Junto a esto, se está tramitando en esta Cámara Baja un impuesto de solidaridad de las grandes fortunas «de forma temporal» durante 2023 y durante 2024.
Al tiempo, el Ejecutivo ha decidido rebajar el IRPF de las rentas más bajas a través de la reducción por rendimientos del trabajo hasta los 21.086 euros, una medida que abarca al 50% de los trabajadores y con lo que se prevé un ahorro para los contribuyentes de 1.881 millones de euros.
Como ejemplo, la ministra ha explicado que la medida aprobada por el Gobierno en el IRPF supone un ahorro para un salario de 18.500 euros de 746 euros, una rebaja fiscal del 33%. En cambio, la deflactación que propone el Partido Popular y que se ha aplicado en alguna comunidad autónoma supone un ahorro de 30 o de 35 euros al año para este tipo de contribuyente.