Un estudio apunta que reducir la movilidad en zonas específicas puede controlar los casos de COVID-19
Un estudio de la Universidad Metropolitana de Osaka y la Escuela de Postgrado de Vida Humana y Ecología (Japón) ha analizado series temporales de la movilidad humana para explorar cómo los cambios en el estilo de vida podrían reducir la transmisión de la COVID-19, manteniendo al mismo tiempo las actividades sociales y económicas.
En su trabajo, publicado en la revista científica PLoS ONE , han evidenciado que el control de la movilidad de las personas en zonas específicas según los niveles de infección, en lugar de restringir uniformemente toda la movilidad, podría ser eficaz para reducir el número de nuevas infecciones por COVID-19.
Los investigadores realizaron dos análisis de correlación cruzada de series temporales. El primero examinó la distancia total recorrida diariamente por los residentes de la ciudad de Ibaraki y el número de infecciones por COVID-19 en la zona, desde enero de 2020 hasta julio de 2021.
La ciudad de Ibaraki es una típica ciudad suburbana del área metropolitana de Osaka, situada entre la ciudad de Osaka y Kioto, con una población de aproximadamente 280.000 habitantes. Debido a la extensa red de trenes de la ciudad de Ibaraki, muchos residentes se desplazan a cualquiera de los grandes centros de negocios, lo que les lleva aproximadamente 30 minutos.
Cuando se declaró el primer estado de emergencia en Japón, de abril a mayo de 2020, la distancia total recorrida por los residentes de la ciudad de Ibaraki disminuyó y no cambió significativamente después, excepto durante los días festivos consecutivos.
Además, se observó una pequeña correlación positiva entre la distancia total recorrida y el número de infecciones por COVID-19, siendo la correlación más fuerte entre ellos cuando las infecciones se fijaron con un retraso de 6 semanas respecto a la distancia total recorrida.
Este estudio ha demostrado que la distancia recorrida por los residentes sólo tenía una débil relación con el número de infecciones, aunque investigaciones anteriores que analizaban el periodo de la primera etapa aclaraban una fuerte correlación.
El resultado sugiere que otros factores, como el uso de mascarillas, la infección por contacto con las gotitas y la ventilación, pueden influir en el número de nuevas infecciones.
El segundo análisis examinó los tipos de lugares que la gente visitó durante la pandemia, incluyendo tiendas de comestibles y farmacias, parques, lugares de trabajo, residencias, tiendas minoristas y el uso del transporte público, y cómo la visita a estos lugares se relacionó con el número total de personas infectadas durante un período de dos semanas.
El estudio abarcó tres prefecturas adyacentes (Osaka, Kioto y Hyogo) desde marzo de 2020 hasta septiembre de 2021, y mostró una fuerte relación entre el número de casos de COVID-19 y la cantidad de visitantes a tiendas de comestibles o farmacias, así como a parques, y una débil relación con el uso del transporte público.
Ambos estudios sugieren que tal vez sólo sea necesario restringir la movilidad en zonas específicas, dependiendo del estado de la pandemia, para que sea eficaz en la reducción del número de nuevas infecciones por COVID-19.
«En conjunto, estos resultados son importantes porque demuestran que es posible mantener las actividades sociales y económicas al mismo tiempo que se toman medidas contra las infecciones por coronavirus. También sugieren la necesidad de contar con ciudades transitables, en las que la gente pueda vivir sin coches tomando el transporte público, como preparación para vivir en un mundo post-pandémico en el que el nuevo coronavirus siga estando presente», ha comentado uno de los líderes del estudio, Haruka Kato.