El IEE pide mejores incentivos fiscales a los planes privados de pensiones tras el desplome de aportaciones

El presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Íñigo Fernández de Mesa, y su director general, Gregorio Izquierdo, han presentado este lunes un informe en el que piden mejorar los incentivos fiscales al ahorro privado tras constatar «deficiencias» en el actual marco tributario.

En el informe, en el que se analiza el tratamiento fiscal para los planes de pensiones privados en España en comparación con el resto de los países de la Unión Europea, se denuncia que los planes de pensiones privados individuales han empeorado «significativamente» en los últimos años después de varias reformas que han recortado el límite de aportaciones desde los 10.000 euros anuales vigentes en 2014, hasta los 1.500 euros anuales en la actualidad.

Según el IEE, ello ha supuesto una progresiva caída del volumen total anual de aportaciones desde los 6.200 millones de euros del año 2006 hasta los 2.594 millones en 2021, lo que supone un retroceso, en términos relativos, de más del 58%.

El Instituto ve perentorio incentivar el ahorro privado en España y para ello reclama medidas destinadas a mejorar el marco regulatorio y tributario de los planes de pensiones en España, tanto individuales como de empleo, a fin de conseguir unos «verdaderos incentivos fiscales» para estos instrumentos de ahorro previsional.

Así, aboga por elevar los límites a las aportaciones que generan reducción en la base imponible, también en el caso de las aportaciones a favor del cónyuge, y mejorar la tributación de las prestaciones, recuperando el tratamiento como rendimientos irregulares, con aplicación del actual porcentaje de reducción del 30%. Esta reducción, señala el IEE, se debería aplicar no sólo a las prestaciones recibidas en forma de capital, sino también a las prestaciones recibidas en forma de renta.

En lo relativo a los planes de pensiones de empleo, la organización reclama elevar la reducción en cotizaciones a la Seguridad Social para las aportaciones realizadas por la empresa, igualándola con el límite fiscal deducible general, tal y como sucede en otros países europeos.

Por último, el IEE apuesta por modificar la tributación de la parte de las prestaciones correspondiente al rendimiento generado que, por su naturaleza, debería gravarse al tipo correspondiente a la base del ahorro en lugar de al tipo marginal del IRPF, tipo este último que debería aplicarse sólo para la parte de las prestaciones relativa a las aportaciones realizadas.

EL AHORRO QUE GENERA UN PLAN EN ESPAÑA ES MENOS DE LA MITAD QUE EN LA UE

Para la comparación del marco fiscal español de los planes de pensiones con el de otros países de la Unión Europea, el IEE ha elaborado un modelo financiero-fiscal de acumulación y desacumulación de ahorro en un plan de pensiones privado para un partícipe que realiza anualmente la aportación máxima permitida en cada país.

Dado que se asume un mismo comportamiento financiero (4% de rentabilidad) para todos los instrumentos y países, el IEE señala que las diferencias en las variables analizadas vienen dadas exclusivamente por el diferente tratamiento fiscal y regulatorio de los planes de pensiones en los distintos países.

Bajo los supuestos descritos, el IEE estima que la capacidad de acumulación de ahorro previsional que ofrece el marco fiscal de los planes de pensiones individuales es de menos de la mitad del promedio de la UE, y hasta un 83% inferior a las mejores prácticas.

Las primeras plazas son ocupadas por Irlanda, Francia o Dinamarca, con derechos consolidados potenciales que superan entre 4 y 6 veces a los del caso español. Así, un partícipe que aportara cada ejercicio el máximo permitido en España durante 35 años obtendría unos derechos brutos consolidados al final del plan de 110.500 euros frente a los 238.800 euros de la media de la UE, y a los más de 660.000 euros en el caso de Irlanda.

«Ello sitúa a nuestro país a la cola de Europa, en la posición 21 dentro de los 27 países de la UE, como uno de los siete sistemas con un menor potencial de acumulación de ahorro en sus planes de pensiones privados individuales», señala el IEE.

De este modo, según el informe, la renta neta que percibiría un partícipe español, como complemento para la pensión pública durante la jubilación, que utilizara la máxima capacidad de ahorro permitida por el marco fiscal de los planes de pensiones individuales es «una de las más reducidas de toda la UE».

En concreto, un partícipe percibiría una renta mensual neta para complementar su jubilación que se estima en apenas 464 euros durante dos décadas, un 60% inferior al partícipe promedio de la UE, que se sitúa en 1.166 euros. «Por tanto, un español recibiría una renta complementaria en su jubilación más de 2,5 veces inferior a la del ciudadano promedio de la UE con idénticas características y con la misma rentabilidad financiera», expone el IEE.

Esta cantidad es aún más baja que las que presentan países con un marco legal más favorable a la acumulación de ahorro, como Francia (2.722 euros), Irlanda (2.546 euros) o Chipre (1.989 euros).

«NO HAY VERDADEROS INCENTIVOS FISCALES»

El IEE sostiene que el menor potencial de ahorro de los planes de pensiones individuales en España, en términos comparados, se explica, tanto por los menores límites fiscales y legales a las aportaciones, como por el tratamiento fiscal que tiene lugar a lo largo de la vida del plan, «que en España configura un mero diferimiento fiscal, frente a otros países que ofrecen algún verdadero incentivo fiscal».

Así, argumenta el informe, en España se aplica un régimen EET (Exención, Exención, Tributación), el más extendido en los países desarrollados, de forma que se exime de gravamen a las aportaciones mediante reducción en base imponible, y también están exentos los rendimientos, trasladando la tributación al momento en el que el capital es recibido como prestación por el partícipe. Sin embargo, en España, a diferencia de otros países, no opera ninguna exención parcial o ningún tipo reducido en el momento de percepción de las prestaciones, denuncia el organismo.

De esta manera, el IEE apunta que España es uno de los países, junto con Finlandia, Países Bajos, Polonia y Malta, que presenta neutralidad fiscal en el tratamiento de los planes de pensiones privados (individual y empleo), mientras que hay hasta 18 países que configuran un «verdadero incentivo fiscal» para los planes de pensiones más allá del diferimiento fiscal o de evitar la doble imposición.

«A diferencia de España, la mayoría de los países de nuestro entorno establecen importantes estímulos fiscales a los planes de pensiones», subraya el IEE, que añade que, en sentido contrario a lo que sucede en España, donde se pretende fomentar los planes de empleo a costa de «cercenar» los incentivos a planes individuales, se observa que, en general, aquellos países que establecen marcos fiscales favorables para los planes de pensiones de empleo, lo hacen también para los planes individuales.

«Es decir, que la disyuntiva no es entre planes de pensiones individuales y planes de empleo como se pretende en España, sino entre favorecer el ahorro previsional mediante el mayor número de instrumentos posible o no favorecerlo. Por tanto, el erróneo enfoque del marco español supone un perjuicio para los ahorradores de nuestro país y una oportunidad pérdida de sumar esfuerzos y oportunidades a través de distintos instrumentos de ahorro previsional», concluye el IEE.

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