Feijóo dice que el proyecto de PGE «es el programa electoral más caro de la historia»
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 16
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado este domingo que el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 «es el programa electoral más caro de la historia».
Así lo ha indicado durante su intervención en una acto en Infecar, en Las Palmas de Gran Canaria, con el que el PP regional ha abierto la convención itinerante del partido para presentar su programa de cara a las próximas elecciones autonómicas y donde Feijóo se ha dado un baño de masas al participar delante de más de 1.000 personas, teniendo incluso el partido que habilitar una sala anexa a la principal, ya que se han superado las 750 personas que cabían en la sala donde se ha desarrollado el acto.
Durante su intervención Feijóo ha afirmado que el proyecto de los PGE «dista mucho de lo que necesita España», considerando que se trata del «programa electoral más caro de la historia» en un momento en el que está la inflación más alta de los últimos 40 años, con uno de los crecimientos económicos «más bajos» y una «desorbitada» deuda pública.
En este sentido, ha subrayado que «nunca» la receta «adecuada» para frenar el incremento de precios actuales ha sido «el aumento del gasto público financiado por el aumento de los impuestos». Muestra de la política fiscal del Gobierno central, dijo, es que España es el «único» país que «no ha recuperado» la situación económica que tenía antes de la pandemia.
Añadió que España debe en deuda pública un billón y medio de euros y que desde 2018, cuando Pedro Sánchez se hizo con la Presidencia del Gobierno, a España le «ha costado más de 200 millones de euros de deuda más cada día». «Esto de ser progresista para Sánchez significa que la deuda la paguen nuestros hijos y no creo que sea muy progresista vivir a cuenta de tus hijos», subrayó.
Todo ello enmarcado, entiende, por la «competición interna» que hay «dentro del Gobierno y dentro de los socios de Gobierno», matizando que está la «estrategia del PSOE, la estrategia de Podemos, la estrategia de Izquierda Unida y la estrategia de un proyecto que consiste en restar todos los demás que se llama proyecto suma».
A esto agregó que el propio PSOE «está en sus propias carreras electorales: la carrera de electoral Sánchez, es la única que le interesa –a Pedro Sánchez–, la de aquellos que no quieren verse perjudicado por la estrategia de Sánchez y las de los que están pensando en cómo organizar el PSOE cuando se vaya Sánchez. Eso también lo quiere el PP».
Por otra parte, Feijóo ha señalado que tras su experiencia en gobiernos autonómicos considera que se debe «pensar en gobernar y no en figurar ni resistir», así como «respetar siempre las instituciones del Estado antes que el partido político» en el que se milite y «pensar siempre» en el país antes que en las próximas elecciones porque «los gobiernos son los garantes de los intereses generales de una tierra».
En este sentido, ha defendido que cuando uno toma posesión como presidente de Gobierno «no se debe a su partido, se debe a los intereses» del mismo y de los que le han votado y «esa es la diferencia entre ser presidente del Gobierno y ser secretario general del PSOE».
Agregó que actualmente España tiene un gobierno formado por «dos equipos de fútbol», el «más caro de la historia» que entiende «es inaceptable» y actualmente una «provocación que no» se puede silenciar. Con ello le ha reprochado al Ejecutivo central que «solo se benefician aquellos que apuntalan» al Gobierno porque «no se gobierna para las mayorías», ya que esta es «rehén de las minorías» que son las que «imponen» la política nacional.
EL PSOE ES LA «MULETA» DEL INDEPENDENTISMO
En cuanto a que el castellano no sea una lengua en la docencia de Cataluña, ha acusado al PSOE de ser «muleta» del independentismo porque el «independentismo es la muleta del PSOE en las Cortes», provocando con ello el pacto con la Generalitat de que el español «no sea una lengua vehicular en la docencia de esa parte de España».
Así el presidente del PP ha defendido el español, una lengua que «sobrepasa España», con más de 600 millones de personas, al tiempo que ha criticado que «no se puede comerciar con los derechos civiles y fundamentales de los catalanes» pactando que «el español tenga el mismo tratamiento que el inglés» porque el español «no es una lengua extranjera en España, es una lengua común. Un gobierno no puede ejercer de salvavidas del independentismo».
«NO HAY NADA HECHO»
Por otro lado, en clave de partido, Feijóo ha pedido a los militantes y simpatizantes del PP en Canarias «aprovechar minuto a minuto, día a día» de los próximos siete meses, antes de la cita electoral autonómica porque «no hay nada hecho», «no hay un solo voto en las urnas».
En este sentido, ha solicitado estar a disposición de los vecinos y de estar preparados para gestionar en un «momento crítico» porque, afirmó, llegarán para «pagar lo que se debe» y deberán trabajar «con el rigor de saber que no» tendrán la «oportunidad» de equivocarse porque, matizó, al PP «nunca se le ha relegado nada».
Así, dijo, construir un plan para gobernar necesita referentes de buenas prácticas, dónde se ha hecho bien y a modo de ejemplo se refirió a Andalucía, donde dijo empezaron a gobernar hace tres años y cuando llegó el PP era «el furgón de cola de la actividad económica y el número uno del paro», sin embargo en ese tiempo ha asegurado que se ha convertido en «una de las locomotoras del empleo, en una de las locomotoras económicas y en una mayoría absoluta del PP».
También cito a Galicia como ejemplo de «parar el nacionalismo» y donde «no» se ha entregado el idioma, para añadir que «hay un referente de buenos gestores, de buenos alcaldes, de buenos presidentes de cabildos, de buenos ministros que ha tenido España y Canarias (…)», agradeciendo por ello la presencia del exministro José Manuel Soria. Por contra puso como ejemplo de «cómo no hay que gobernar» al Ejecutivo central.
Finalmente concluyó convencido de que España saldrá de la «tercera gran crisis» con un gobierno del PP al igual que, dijo, ocurrió en los años 90 con José María Aznar y de 2010 a 2011 con Mariano Rajoy.