CNIO halla mecanismos clave para mejorar la regeneración intestinal y paliar los efectos secundarios de la radioterapia
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han descubierto de los mecanismos celulares y moleculares esenciales para la regeneración del epitelio intestinal, lo que sienta las bases para estimular este proceso si falla, y para preservarlo ante la radioterapia o quimioterapia.
Según muestra el nuevo resultado, publicado en el Journal of Experimental Medicine , lo que incita a las células madre intestinales a regenerar la mucosa depende de la comunicación entre diferentes tipos de células en el tejido epitelial. Además, los investigadores han encontrado una forma de intervenir en esta comunicación, y mejorar así la regeneración.
El grupo, liderado por el jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del CNIO, Nabil Djouder, lleva años investigando cómo mejorar la regeneración de varios órganos, particularmente del hígado y de la mucosa intestinal, y paliar así los efectos de la radioterapia.
«La regeneración del epitelio intestinal es muy importante en el funcionamiento del intestino. Hasta ahora sabíamos que la promueven potentes factores mitogénicos -proteínas-, que estimulan la proliferación de las células madre intestinales; pero desconocíamos cómo se regulan estos factores», han detallado los expertos.
El estudio actual apunta a que son las células progenitoras implicadas en regenerar la mucosa epitelial las que modulan la producción de los factores mitogénicos. El proceso es el siguiente: cuando se produce un daño grave, la lesión de las células progenitoras conduce a la inflamación del tejido; esto frena la producción de factores mitogénicos y, en consecuencia, la proliferación de células madre y la consiguiente regeneración de la mucosa.
«Para nosotros es una novedad esta comunicación entre, al menos, cuatro tipos celulares distintos: las células progenitoras, que se diferencian para formar la mucosa epitelial; las células que secretan los factores mitogénicos; las células inflamatorias; y las células madre intestinales en sí mismas. Esta comunicación debe estar muy bien controlada, para que el tejido responda adecuadamente a las agresiones.Que las células progenitoras se comuniquen con las células inflamatorias y coordinen la tasa de proliferación de las células madre intestinales es fascinante», han comentado los expertos.
Por tanto, prosiguen, estudio sugiere que las células progenitoras no son simples espectadoras en el proceso de regeneración epitelial, sino que tienen un papel activo y de gran importancia en las decisiones que toman las células madre intestinales en la regeneración. De hecho, las células progenitoras explican a las células madre intestinales cuándo y cómo dividirse, y por consiguiente, controlan su auto regeneración.
Por otra parte, el grupo ha confirmado también resultados observados en trabajos anteriores como, por ejemplo, que el oncogen c-MYC tiene un papel fundamental en la regeneración. Debido al daño producido por la radiación, y al incremento de c-MYC en las células progenitoras, aumenta la inflamación en el intestino y se reducen los niveles de proteínas mitogénicas, si bien, eliminando o inhibiendo c-MYC el proceso se revierte: la inflamación se reduce, aumentan los factores mitogénicos y mejora la regeneración intestinal durante el daño grave.
«Nuestros datos muestran un papel inesperado de las células progenitoras en el control de las señales inflamatorias y de la producción de factores mitogénicos, esenciales para mantener la proliferación de las células madre intestinales y la regeneración del tejido. El hallazgo supone abrir una nueva vía en la investigación de cómo contrarrestar los efectos secundarios de agentes genotóxicos como la radiación o la quimioterapia utilizados durante el tratamiento del cáncer gastrointestinal», han zanjado los científicos.
El trabajo ha contado con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación, el Instituto de Salud Carlos III, el Fondo Europeo para el Desarrollo Regional, la Comunidad de Madrid y la Asociación Española Contra el Cáncer.