Sánchez saca pecho de que más de un millón de usuarios ya se beneficia del abono gratuito de Renfe
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado este lunes en el Congreso que más de un millón de usuarios de Renfe se está beneficiando ya de la gratuidad de los abonos de Cercanías y Media Distancia aprobada por el Ejecutivo.
«Hoy hemos superado el millón de abonados gratuitos en Renfe», ha celebrado el presidente, que considera este dato como «el más elocuente» de las medidas de protección social aprobadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis de precios.
Así lo ha hecho durante su intervención ante diputados, senadores y eurodiputados socialistas, donde ha destacado que esta cifra de beneficiarios se ha alcanzado en apenas doce días. La medida entró en vigor del 1 de septiembre y, en principio, estará vigente hasta el 31 de diciembre.
El presidente ha apuntado que a estas personas que ya tienen el abono gratuito de Renfe, hay que sumar los «cientos de miles» de usuarios de otros medios de transporte público, como metros, tranvías o autobuses, a los que la Administración General del Estado financia un 30% de descuento.
30.000 MILLONES EN MEDIDAS DE PROTECCIÓN
El presidente del Gobierno ha asegurado ser «plenamente consciente» del impacto de la inflación en la vida de los ciudadanos y ha reivindicado que España es el quinto país de la Unión Europea en volumen de recursos desplegados para hacer frente a esta medida, con 30.000 millones de euros desde el año pasado, que suponen dos puntos de PIB.
Además de los descuentos en el transporte público –de al menos 50% en todos los gestionados por la Administración central y el 100% en el caso de Cercanías y Media Distancia–, Sánchez ha puesto en valor una reducción del 80% en los impuestos aplicados a la factura de electricidad.
Esto ha supuesto una rebaja en las facturas de 10.000 millones de euros, según los cálculos del Ejecutivo, que también estima en 2.000 millones de euros el ahorro alcanzado gracias al tope al gas en la generación de electricidad –la llamada excepción ibérica — y en 850 millones a la industria más expuesta al encarecimiento de la energía.