Gobierno y agentes sociales seguirán negociando los flecos de la reforma de pensiones en próximas semanas
Los sindicatos respaldan subir la base máxima para elevar ingresos
Gobierno y agentes sociales se han emplazado este lunes a mantener futuras reuniones, aunque sin fecha concreta por ahora, para seguir negociando los últimos flecos de la reforma de pensiones: la subida progresiva de la base y la pensión máxima y cómo introducir una mayor equidad a la hora de calcular la pensión de los trabajadores que la ven mermada porque sus últimos años de cotización no son los mejores, situación que, según cálculos del Ministerio de Inclusión, afecta a uno de cada tres afiliados a la Seguridad Social.
El secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, se ha reunido esta mañana con representantes de sindicatos y empresarios para retomar el diálogo sobre pensiones y empezar a cerrar la reforma que se inició el año pasado con los dos últimos asuntos que quedan pendientes.
En representación de los agentes sociales han asistido a la reunión Rosa Santos, directora de Relaciones Laborales de CEOE; Teresa Díaz de Terán, directora del departamento Sociolaboral de Cepyme; Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, y Cristina Estévez y Mariano Hoya, secretaria de Política Institucional y vicesecretario general de Política Sindical de UGT, respectivamente.
Fuentes de la negociación consultadas por Europa Press han señalado que en la reunión de este lunes no ha habido ninguna propuesta escrita por parte del Ministerio y tampoco demasiadas novedades. El propio ministro, José Luis Escrivá, dejaba claro en, declaraciones a TVE y RNE recogidas por Europa Press, que el encuentro de este lunes sólo era una «primera toma de contacto» y que seguirían negociando en las próximas semanas.
No obstante, Escrivá ha esbozado hoy algunas de las líneas por la que discurrirá esta negociación: la elevación «suave y gradual» de la pensión máxima y al mismo tiempo de la base máxima de cotización para contribuir a la sostenibilidad del sistema, y el método que utiliza para calcular las pensiones.
El ministro ha subrayado que la pensión máxima en España es «relativamente baja» en comparación con la de otros países y ha indicado que si ésta se eleva «de forma suave y gradual» al tiempo que se incrementa la base máxima, aumentarán los ingresos del sistema en las décadas de los 30 y los 40, que es donde el sistema sufrirá «un poco más de tensión» por la demografía.
De hecho, la elevación de la base máxima de cotización y de la pensión máxima es uno de los elementos que el Gobierno incluyó en su Plan de Recuperación, dentro del llamado componente 30. En la documentación que el Ejecutivo remitió a Bruselas, el Gobierno se proponía aprobar la elevación gradual de la base máxima de cotización, acompasada de una adaptación a la misma de la pensión máxima, antes de finalizar este año, aunque su implementación abarcaría las próximas tres décadas.
CÁLCULO DE LA PENSIÓN: NO SE AMPLIARÁ EL PERIODO A 35 AÑOS
Junto a esta medida, y siguiendo las recomendaciones del Pacto de Toledo, Escrivá ha señalado que en esta última ronda de negociaciones con los agentes sociales para culminar la reforma de pensiones también se abordará cómo ayudar a mejorar la equidad del sistema a la hora de calcular la pensión en las nuevas carreras profesionales, que ya no son las tradicionales.
El ministro, que ha descartado que se vaya a ampliar de 25 a 35 años el periodo que se toma en cuenta para determinar la cuantía de la pensión, ha explicado que se analizará con los agentes sociales si se puede actuar sobre el periodo de cálculo de la pensión y al mismo tiempo «destruir los peores años de cotización» y dar un mejor tratamiento a las lagunas de cotización (periodos en los que no se cotiza por no estar empleado).
«Tenemos que discutir con los agentes sociales cuál es la mejor combinación de estos tres elementos para que el sistema sea más equitativo y más justo y cumpla su función de proteger de alguna forma a aquellos que tienen situaciones sobrevenidas o indeseadas y que no les afecte negativamente desde el punto de vista de la pensión futura», ha apuntado Escrivá, que ha insistido en que «en ningún caso» se trataría de ampliar el periodo de cálculo a 35 años, sino de «pequeños ajustes» para mejorar la equidad.
Escrivá ha reiterado en que «no está hablando estrictamente» de ampliar el periodo de cálculo de la pensión, actualmente situado en 25 años, sino de combinar distintos elementos para que no haya déficit de protección ante situaciones que sobrevienen al trabajador.
«Dado que ya los últimos años no son mejores puede tener sentido ampliar ese periodo y al mismo tiempo permitir que se excluyan los peores años de cotización, algo que ahora mismo no se puede hacer en España. Y al mismo tiempo podemos valorar mejorar el tratamiento de las lagunas», ha explicado.
LOS SINDICATOS DICEN SÍ A SUBIR LA BASE MÁXIMA
Por su parte, el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Mariano Hoya, ha advertido este lunes de que el sindicato no aceptará ampliar el periodo de cálculo de la pensión más allá de los 25 años actuales aunque se ofrezca la posibilidad de eliminar los peores años de cotización, pero sí ha respaldado la intención del Gobierno de aumentar las bases máximas de cotización.
Hoya, en declaraciones a Capital Radio recogidas por Europa Press, ha subrayado que la subida de la base máxima «es una reivindicación del sindicato desde hace años, y sería un elemento recaudador interesante que quienes más cobren, coticen más». Por contra, ha estimado que la ampliación del periodo de cálculo de la pensión implicaría recortes en la cuantía de las pensiones.
CCOO, por su parte, ha criticado que las propuestas de ampliación de periodo de cálculo que se están trasladando desde el Gobierno, «que se dicen nuestras en términos presupuestarios», no se han concretado, por lo que no pueden evaluarse. En todo caso, ha advertido de que esta materia no se corresponde con las últimas recomendaciones del Pacto de Toledo. «Tenemos serias dudas sobre su aceptación en el seno de la mayoría que compone y sustenta el Gobierno de coalición», apunta el sindicato en un comunicado.
CCOO sí que ha instado a abordar el destope de las bases máximas de cotización, así como a recuperar y revisar la modalidad de la jubilación parcial y a reforzar el papel que el sistema de Seguridad Social puede jugar en la lucha contra los efectos de la brecha de género.
En esta línea, pide actuar sobre las pensiones mínimas y la regla de integración de lagunas y argumenta que las cuantías de las pensiones mínimas y las no contributivas «debe contar con una fórmula que garantice la suficiencia de las pensiones en relación con los umbrales de riesgo de pobreza».
Al mismo tiempo, ha trasladado al Gobierno la necesidad de concretar algunos de los acuerdos alcanzados en la primera fase de la reforma que aún están pendientes, como el cálculo de la base reguladora de la prestación de incapacidad temporal de las personas con contrato fijo-discontinuo, especialmente en el sector agrario. También ha reclamado la puesta en marcha del proyecto normativo de creación de la comprometida Agencia de la Seguridad Social.
El sindicato ha insistido además en la importancia de completar esta segunda fase de la reforma de pensiones «con el acuerdo social y político más amplio posible».