Podemos reafirma su rechazo al gasoducto MidCat, que ve como un «deseo» de Alemania que «ha comprado» Ribera
Admite que podría ayudar a España a exportar hidrógeno verde, pero remarca que tiene la desventaja de su impacto ecológico
Podemos ha reafirmado su oposición al gasoducto MidCat y cree que la idea de reanudar la construcción sólo es un «deseo» de Alemania que «ha comprado» la vicepresidenta Teresa Ribera y el PSOE, porque de momento se desconoce con qué fondos se pagaría y «lo fundamental» es que se pronuncie Francia, por donde pasaría la instalación.
Así lo defiende en declaraciones a Europa Press el coportavoz del partido morado Javier Sánchez Serna, que recuerda que el pasado mes de mayo Unidas Podemos ya votó en contra en el Congreso de un texto pactado por el PSOE, PP y Ciudadanos de apoyo a las interconexiones gasísticas y eléctricas. «Nuestra posición es conocida al respecto, votamos negativamente una proposición no de ley», recuerda.
El dirigente de Podemos admite que el gas «se va a utilizar este invierno como un arma de guerra», pero ve necesario estudiar las ventajas y los inconvenientes de una instalación de este tipo, porque si bien podría ayudar a España a exportar hidrógeno verde, «a la vez siempre tiene un impacto ecológico».
«Hay que estudiarla, como digo, pero lo que tenemos ahora mismo encima de la mesa es un anuncio que ha hecho Alemania y que ha comprado aquí Teresa Ribera», la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
A su juicio, «hay varios elementos en la balanza» que se deben estudiar, entre ellos unos informes de impacto ecológico y que por ahora no se han hecho.
¿Y FRANCIA QUÉ OPINA?
Y a Podemos le falta conocer también «lo fundamental», es decir, qué piensa Francia, «porque Alemania no hace frontera con España, sí Francia y hasta ahora no se ha pronunciado».
Precisamente este jueves se ha dado a conocer un correo electrónico del Ministerio francés de Transición Energética en el que el Gobierno de Emmanuel Macron «desecha» reactivar el MidCat, paralizado en 2019, alegando que se tardaría demasiado en construir y se alejaría del objetivo climático de reducir las energías fósiles.
El también secretario tercero de la Mesa del Congreso añade además que la construcción del gasoducto «no es barata precisamente» y que tampoco se sabe si se van a dedicar fondos europeos para el MidCat. «Por tanto, estamos hablando de futuribles y hasta que no se concreten estos dos aspectos no nos vamos a pronunciar», concluye.
Por todo ello, y pese a que la vicepresidenta Ribera habla de poner en marcha el gasoducto en ocho meses, Sánchez Serna insiste en que la reactivación del MidCat es más un «deseo» y un «desiderátum» del PSOE, que habrá «hablado a lo mejor con el SPD», los socialistas alemanes.