Militares birmanos confiesan su participación en asesinatos, torturas y violaciones tras el golpe de Estado
Militares birmanos entrevistados por la cadena británica BBC han confesado su participación en asesinatos, torturas y violaciones cometidos durante el periodo de represión que comenzó tras el golpe de Estado militar de febrero del año pasado.
Uno de los militares relata cómo el Ejército entró en diciembre del año pasado en la población de Yae Myet, en el centro del país, con órdenes de abrir fuego indiscriminado contra hombres, mujeres y niños, en el marco de una represión parecida a la política de «tierra arrasada» empleada contra la población rohingya en 2017 en el estado de Rajine.
«La orden era disparar contra todo lo que vieran», según el cabo Aung (cuyo nombre real ha sido alterado para preservar su identidad). El militar admite que su unidad mató a cinco civiles antes de seguir las órdenes de «prender fuego a todas las viviendas» de la zona.
Al menos una joven murió atrapada por las llamas durante la operación para quemar el poblado, según el cabo Aung.
El militar también confirma que las unidades del Ejército violaron a un grupo de jóvenes del pueblo repetidamente a lo largo de tres noches mientras las retenían en la escuela de la población.
En total, al menos diez personas murieron durante la operación en Yae Myet y ocho menores de edad fueron violadas, de acuerdo con las informaciones de la BBC.
Otros militares relatan su participación en otra operación ocurrida en la aldea de Ohake Pho, en la región de Sagaing, donde fueron asesinadas otras nueve personas durante un asalto ocurrido en mayo de este año.
Más de 10.000 ciudadanos birmanos se han visto a abandonar la región de huyendo de los ataques aéreos acometidos por el régimen militar, mientras el Ministerio del Interior e Inmigración del Gobierno civil de Birmania tiene constancia de que las fuerzas afines a la junta han cometido casi 2.800 crímenes de guerra en todo el país desde diciembre hasta el 31 de mayo de este año.
En respuesta a la cadena BBC, el portavoz del Ejército birmano, general Zaw Min Tun, negó que el Ejército haya atacado a la población civil y asegurado que las operaciones contra las dos poblaciones mencionadas tenían carácter legítimo y que los fallecidos eran «terroristas».
El portavoz también desmintió que el Ejército haya estado quemando aldeas y ha acusado por contra a las fuerzas de resistencia armada organizadas tras el golpe de Estado de realizar estos ataques incendiarios.