El primer ministro húngaro ve en el conflicto en Ucrania el inicio de una «era de guerra» en Europa
MADRID, 15
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha advertido de que con el conflicto en Europa del Este tras la invasión rusa de Ucrania –ordenada por el mandatario de Rusia, Vladimir Putin, a finales de febrero– se ha dado comienzo a una «era de guerra» en el continente europeo.
El jefe de Gobierno húngaro ha concedido una entrevista a la emisora Kossuth Radio, recogida por el diario Budapest Times , en la que ha señalado que la guerra en Ucrania también se libra en el mapa internacional en materia económica.
Para Orbán, a día de hoy se está llevando a cabo una «gran batalla» por los recursos energéticos, mientras que otros conflictos como «la lucha por los puestos de trabajo» se avecinan debido a las sanciones impuestas a Rusia por gran parte de la comunidad internacional en respuesta a la invasión de su país vecino.
«Todos los que tienen un trabajo que lo valoren y hagan todo lo posible para mantenerlo, porque se espera que los próximos meses traigan una recesión económica en Europa», ha dicho el primer ministro Orbán.
En este sentido, el mandatario ha llamado a la Unión Europea a asumir que «se ha equivocado» y que las sanciones a Rusia han fracasado porque, de hecho, están perjudicando en mayor medida a Europa que a la propia nación euroasiática.
«(La Unión Europea) Pensó que podían acortar la guerra mediante sanciones porque debilitar a Rusia arrojaría resultados rápidos, pero la guerra continua», ha apuntado Orbán, quien ha asegurado que Hungría contará con abastecimiento energético, si bien este será a «un precio muy alto».
Finalmente, el primer ministro ha incidido en que la solución correcta a una situación bélica es la cooperación y no la especulación política, en un lo que es un dardo a la oposición húngara, que ha criticado las medidas aprobadas por Orbán para atajar la crisis.
En este punto, ha criticado que sus rivales políticos no son gente en la que se pueda confiar, «mucho menos en condiciones de guerra», y les ha acusado de estar «sentados de brazos cruzados» para después intentar «montar olas» de protesta tras la aprobación de las medidas.