MSF pide a la ONU renovar la resolución que mantiene abierto el paso humanitario en el noroeste de Siria
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha instado este miércoles al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a renovar la resolución que mantiene abierto el único paso fronterizo oficial disponible para el acceso de la ayuda humanitaria, que se encuentra en el noroeste de Siria.
En un comunicado, la organización ha alertado de que cerca del 60 por ciento de las personas que residen en la zona, de los cuales más de la mitad son desplazados internos, corren el peligro de perder acceso a ayuda humanitaria y sanitaria si no se renueva la resolución, cuya votación está prevista para este jueves dado que expira el domingo.
El paso fronterizo de Bab al Hawa, que se encuentra en la frontera entre Siria y Turquía, es el único punto de paso humanitario aprobado para entrar en el noroeste de Siria.
«La no renovación de la resolución transfronteriza agravaría aún más la ya desesperada situación humanitaria en el noroeste de Siria», ha advertido la ONG, que ha recordado que según la ONU, de los 4,4 millones de personas que viven en el noroeste del país, 4,1 millones necesitan ayuda humanitaria y 3,1 millones requieren asistencia sanitaria.
El acceso a la atención médica sigue siendo difícil debido a la inseguridad, la distancia al centro de salud y el coste de los servicios o el transporte. Cada mes, las operaciones transfronterizas ayudan a 2,4 millones de personas, tal y como ha recalcado la organización.
«La amenaza siempre latente de la no renovación de la resolución transfronteriza pende como una espada de Damocles sobre la población del noroeste de Siria, con el telón de fondo de unas necesidades humanitarias y médicas abrumadoras y una grave crisis económica», ha manifestado Claire San Filippo, coordinadora general de MSF para Siria.
En este sentido, ha expresado que el Consejo de Seguridad «debe renovar unas operaciones transfronterizas que son vitales» y ha indicado que «si se corta esta línea de vida, el acceso a los alimentos básicos, el agua y la atención sanitaria de millones de personas se reducirá drásticamente». «Esto provocará muertes evitables», ha añadido.
El informe señala que en 2021, más del 99 por ciento de los suministros humanitarios de MSF en el noroeste de Siria se enviaron a través de este paso, por lo que la mayoría de los hospitales y centros de salud podrían perder los suministros médicos necesarios para operar.
Los once años de conflicto, la pandemia de COVID-19, el empeoramiento de la crisis económica, las sanciones y los efectos de la guerra en Ucrania sobre el precio de los alimentos y el combustible han empeorado aún más las condiciones de vida de la población en Siria.
Según Naciones Unidas, más de 14,6 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, lo que supone un aumento de 1,2 millones respecto a 2021. Los costes de la cesta de alimentos se están disparando, registrando el precio medio más alto jamás alcanzado desde que se inició el seguimiento en 2013. El 90 por ciento de la población está por debajo del umbral de la pobreza.
MSF ha insistido en que el envío de ayuda a través del paso fronterizo de Bab al Hawa sigue siendo la forma más rápida, eficaz, transparente y económica de que la ayuda humanitaria cruce al noroeste de Siria y actualmente no existe ninguna alternativa viable a este mecanismo.
Así, ha hecho un llamamiento a los miembros permanentes y no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU para que renueven la resolución transfronteriza para el suministro de ayuda humanitaria a través de dicho paso hacia el noroeste del país.