El frenazo del crecimiento empresarial en junio agrava el riesgo de recesión en la eurozona, según PMI
El crecimiento de la actividad del sector privado de la zona euro se moderó en junio hasta mínimos de los últimos 16 meses como consecuencia del impacto de las subidas de precios y del deterioro de las expectativas económicas, alimentando el riesgo de «declive» para la economía del bloque durante los meses de verano que desemboque en una recesión.
En concreto, el PMI compuesto para la zona euro se situó en junio en 52 puntos, frente a los 54,8 del mes anterior, su peor lectura en 16 meses, después de que el dato del sector servicios bajara a 53 enteros desde los 56,1 de mayo, en mínimos de cinco meses, y de que el PMI manufacturero cayera a 52,1 puntos, frente a los 54,6 del mes anterior.
«El fuerte deterioro en el ritmo de crecimiento de la actividad empresarial de la zona euro aumenta el riesgo de que la región caiga en un declive económico en el tercer trimestre», indicó Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Market Intelligence.
De este modo, la lectura de junio del PMI compuesto de la eurozona apunta a un crecimiento del PIB trimestral de la región hasta el 0,2%, una décima menos que en los tres primeros meses de 2022, mientras que los indicadores a futuro como los nuevos pedidos y las expectativas empresariales de la encuesta «sugieren una caída de la actividad total en los próximos meses».
En este sentido, Williamson advierte de que, si bien el gasto de los hogares en productos y servicios no esenciales se ha visto especialmente bajo presión debido al aumento de los precios, el gasto y la inversión empresarial también están disminuyendo en respuesta a unas perspectivas más sombrías y al endurecimiento de las condiciones financieras.
Además, a pesar de que la creación de empleo se mantuvo sólida en junio, la reducción del ritmo de crecimiento de la demanda y eldeterioro del optimismo empresarial apuntan a que el mercado laboral también decaerá en los próximos meses.
«Los datos del índice PMI de junio sugieren que los riesgos se han inclinado cada vez más hacia la probabilidad de que la economía caiga en una recesión al mismo tiempo que las presiones inflacionistas semoderan pero siguen siendo elevadas», concluye Williamson.