Los 18 presos saharuis de Gdeim Izik denuncian de nuevo ante la ONU torturas y detención arbitraria
Los 18 presos saharauis del grupo de Gdeim Izik, detenidos desde 2010, han presentado una nueva denuncia por torturas y detención injustificada ante el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias.
«Los presos de Gdeim Izik han presentado una denuncia contra Marruecos ante el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias» por «actos de tortura» y «represión política», ha explicado en un comunicado de prensa el Grupo de Apoyo para la Protección y Promoción de Derechos Humanos en el Sáhara Occidental con sede en Ginebra.
Según el comunicado de este grupo, «los saharauis que hacen campaña por la libre autodeterminación son objeto de prácticas discriminatorias y han sido condenados a largas penas de prisión sobre la base de confesiones contaminadas con tortura».
Un total de 23 saharauis han sido condenados a penas de prisión que van desde los dos años hasta la cadena perpetua por el conocido como caso Gdeim Izik, nombre de la acampada de protesta levantada en 2010 a las afueras de El Aaiún y desmantelada por la fuerza por las autoridades marroquíes.
El grupo ha destacado que ya se han presentado cuatro denuncias de tortura contra las autoridades marroquíes ante el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas en Ginebra a principios de junio.
El motivo de esta nueva denuncia es que pese al dictamen del Comité de 2013 certificando que la detención de los activistas era arbitraria, el Tribunal de Apelación de Rabat ha confirmado el encarcelamiento. «Por parte de la defensa siempre hemos considerado que esta sentencia no respondía a las críticas del grupo sobre las detenciones arbitrarias», se ha lamentado la abogada del Colegio de Abogados de París y defensora de los activistas, Ulfa Uled, en declaraciones a la emisora francesa RFI.
«Nunca se abrió una investigación formal sobre los actos de tortura a pesar de que los presos los denunciaban constantemente. Lo que obviamente esperamos del grupo sobre la detención arbitraria es que venga y confirme su opinión de 2013 y nos diga que, a pesar de la sentencia del Tribunal de Apelación de Rabat, todavía estamos en una situación de detención arbitraria»
Los activistas han estado preparando las denuncias desde hace más de un año por los «cuatro defensores de los derechos humanos saharauis, gravemente torturados por las autoridades marroquíes».
Así, han pedido a las autoridades marroquíes «respetar las decisiones del Comité contra la Tortura, liberar a todos los presos condenados sobre la base de confesiones obtenidas bajo tortura y garantizar su derecho a reparación».
Marruecos fue condenado en 2016 por el Comité por las torturas sufridas por Naâma Asfari, defensora de los derechos humanos saharaui y una de las portavoces del campamento de Gdeim Izik. En noviembre de 2021, Marruecos volvió a ser condenado por las torturas infligidas a otros tres detenidos saharauis.
Al menos 14 personas murieron –once policías marroquíes y tres civiles saharauis– durante el violento desalojo del campamento de protesta levantado por los saharauis en 2010 a las afueras de El Aaiún en lo que está considerado como uno de los primeros hitos de la Primavera Árabe.
La antigua colonia española del Sáhara Occidental fue ocupada por Marruecos en 1975 pese a la resistencia del Frente Polisario. El alto el fuego de 1991 fue firmado con vistas a la celebración de un referéndum de autodeterminación, pero las diferencias sobre la elaboración del censo y la inclusión o no de los colonos marroquíes ha impedido hasta el momento su convocatoria.
Además, el Polisario ha dado por roto el alto el fuego de 1992 tras el desalojo de activistas saharauis del paso fronterizo con Mauritania de Guerguerat por fuerzas militares marroquíes en noviembre de 2020. Rabat considera la zona entre el puesto y la frontera con Mauritania como tierra de nadie , mientras que el Frente Polisario lo considera territorio propio.
El último giro en el contencioso es el apoyo explícito del Gobierno español al plan de autonomía que propone Marruecos para su consulta entre la población saharaui y marroquí instalada en el territorio.