Albares fía a la discrección y las gestiones de Bruselas en materia comercial resolver la crisis con Argelia
Reitera la voluntad de tener «las mejores relaciones» con Argel pero sobre la base del «respeto mutuo»
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, se ha remitido nuevamente a la necesidad de la discrección en materia diplomática y a que las cuestiones comerciales están en manos de Bruselas para explicar qué está haciendo el Gobierno para resolver la crisis con Argelia.
Albares, que ayer reconoció que el comercio con Argelia se estaba viendo afectado, ha insistido este viernes en que es la Secretaría de Estado de Comercio la encargada de recopilar la información sobre los problemas que se están encontrando las empresas españolas para comercia con el país norteafricano.
Exteriores, ha añadido en rueda de prensa con su homóloga de Chile, Antonia Urrejola, lo que hace es remitir esa información a la Comisión Europea puesto que «los instrumentos y la política comercial pertenecen» a Bruselas.
Preguntado expresamente por si el Gobierno mantiene algún tipo de contacto con Argelia, que llamó a consultas a su embajador en Madrid el pasado 19 de marzo, el ministro ha vuelto a escudarse, como en anteriores ocasiones, en que «la diplomacia requiere discreción».
«No es a través de los medios de comunicación que uno debe de pasar mensajes», ha respondido, pidiendo comprensión por no ofrecer más detalles sobre si él mismo o el embajador español en Argel están en contacto con las autoridades argelinas.
Así las cosas, ha vuelto a insistir en la «voluntad del Gobierno de tener las mejores relaciones con Argelia y con su Gobierno», si bien ha dejado claro que al igual que con todos los demás vecinos dichas relaciones deben estar basadas «en el respeto mutuo, en el beneficio mutuo, en la igualdad soberana, en la no injerencia en asuntos internos».
Con ello, el ministro ha recordado los principios recogidos en el Tratado de Amistad entre Argelia y España cuya suspensión anunció Argel el pasado 8 de junio. Ese mismo día se conoció que se había dado instrucciones también para suspender las operaciones comerciales con España, lo que llevó al Gobierno a trasladar la cuestión a Bruselas, que alertó al Ejecutivo argelino de eventuales consecuencias.
Argel, a su vez, negó que se hubiera dado instrucciones para suspender el comercio con España pero el propio Albares confirmó este jueves que las operaciones comerciales con el país magrebí sí que se están viendo afectadas en las últimas semanas.
Así las cosas, el ministro ha reivindicado la necesidad de que «no sea excluyente tener buenas relaciones con un vecino para tenerlas con otro», en clara referencia a la nueva etapa actual con Marruecos, país con el que Argelia rompió relaciones el pasado agosto. «Queremos con Argelia la misma relación que con todos nuestros vecinos», ha remachado.