Albares no descarta «refuerzo militar en la frontera sur» de la OTAN pero ahora no existe una amenaza
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha señalado que en un futuro podría llegar a producirse un refuerzo militar en la frontera sur de la OTAN pero ha dejado claro que en estos momentos no existe una amenaza en esta zona que lo justifique.
En declaraciones a la prensa durante la cumbre de la Alianza en Madrid, ha insistido en que al incluir el flanco sur en su nuevo Concepto Estratégico lo que está haciendo la OTAN es identificar «las amenazas que están ahí, que están latentes y que se pueden materializar».
«Allá donde ocurra acudirá la OTAN con el despliegue que sea necesario, militar o de otro tipo», ha añadido, incidiendo en que por ejemplo en el caso de ciberataques la respuesta militar «no parece que sea la más eficaz posible».
La respuesta aliada, ha añadido Albares, puede ser en forma de paquetes de ayuda, como el que se ha concedido ahora a Mauritania, o mediante un «diálogo político-técnico». «Dependerá de la amenaza y si la amenaza fuera muy presente y muy concreta se podría llegar a pensar en un refuerzo militar en la frontera sur como estamos viendo en el este», ha añadido.
«En estos momentos no es el caso, no existe una amenaza militar en nuestra frontera sur, las amenazas son más bien amenazas híbridas por el uso político que se quiere dar a ellas», ha incidido, remitiendo al hecho de que el Concepto Estratégico ha incluido la instrumentalización de la migración y la manipulación de los flujos energéticos como herramienta de presión.
Albares ha explicado que en la cena de ministros de Exteriores de la OTAN, a la que se invitó a sus homólogos de Mauritania y Jordania, no se habló de países en concreto, como Malí, sino de las amenazas que se detectan y de las formas de hacerlas frente. «Poco importa dónde se materialicen, en el este o en el sur», ha recalcado.
Así las cosas, ha insistido en la necesidad de hacer frente a estas amenazas colaborando los países de la OTAN y los socios del sur porque «estos son desafíos y retos compartidos, afectan a los aliados pero también afectan en primer lugar a los países de la región».