Fundación Humans lanza AtHenea para ofrecer apoyo psicológico a los sanitarios tras lo vivido en pandemia
La Fundación Humans, junto con AstraZeneca, ha impulsado el proyecto AtHenea , que ofrecerá de forma gratuita recursos psicológicos, laborales, legales y sociales a los profesionales sanitarios para ayudarles a superar las situaciones de burnout y de estrés postraumático, sobre todo después de lo vivido durante la pandemia de Covid-19.
Según ha precisado el presidente de la Fundación Humans, Julio Zarco, apoyándose en diversos estudios, el 78 por ciento de los sanitarios sufrió estrés, el 60 por ciento irritabilidad y trastornos de la alimentación; el 50 por ciento problemas del sueño, y el 25 por ciento problemas emocionales.
Así, profundizar en las experiencias emocionales, conocer los riesgos de salud física, psíquica y emocional asociados a medio y largo plazo y los posibles factores de protección, así como las necesidades de apoyo de los distintos perfiles profesionales es una de las prioridades del proyecto AtHenea .
«Los servicios de salud no han dado respuesta en general a las necesidades postcovid de los profesionales o lo han hecho de forma dispersa y muy heterogénea a través de los servicios de Psiquiatría, de Prevención de Riesgos Laborales o mediante iniciativas individuales. Pero no existe una iniciativa vertebrada ni homogénea», resume el presidente de la Fundación Humans, que reitera la importancia de «cuidar a los que cuidan».
UN PROYECTO EN DOS FASES
Ese es precisamente el espacio que pretende cubrir el proyecto AtHenea , que se desarrollará en dos fases. En la primera, de análisis, se evaluará el alcance del impacto de la pandemia en los diferentes colectivos y categorías de personal sanitario a través de una encuesta anonimizada a profesionales de la salud para conocer su situación a nivel emocional, así como para detectar las percepciones y necesidades existentes.
La segunda fase del proyecto se centra en el desarrollo de una plataforma digital de acceso libre que se plantea como espacio de apoyo, conocimiento y formación en habilidades emocionales. La iniciativa ofrecerá servicios de atención profesional personalizada, a través de llamadas gratuitas a un teléfono de apoyo atendido por especialistas con experiencia en el tratamiento de profesionales de la salud.
El proyecto, que se desarrolla con el apoyo de la compañía AstraZeneca, propone un modelo de colaboración público-privada para el diseño de estrategias innovadoras y se abre a la participación de las organizaciones profesionales y las entidades sanitarias.
Dos de los interlocutores que participan en la iniciativa son Juan Torres y Marina Moreno, profesionales que compartirán sus experiencias en el proyecto AtHenea . Torres es jefe de Medicina Interna del Hospital Universitario Infanta Leonor, en Madrid, uno de los epicentros de atención a pacientes Covid-19 en Europa durante los peores meses de la pandemia. Llegaron a tener 700 ingresados por la enfermedad, cuando habitualmente disponen de 320 camas.
Marina Moreno es enfermera en un centro de salud rural. Estuvo trabajando desde el inicio de la pandemia hasta que, a finales de 2021, en plena sexta ola, la Covid le obligó a ausentarse durante tres meses de su puesto de trabajo.
«Pasado ese tiempo pedí el alta voluntaria para reincorporarme. Todavía no estaba recuperada, pero había mucho trabajo por hacer y una gran parte de la plantilla estaba también de baja por la enfermedad. Es muy complicado gestionar ese exceso de demanda por parte de la población con una carencia tan grande de profesionales», advierte Moreno.
Explica que la sobrecarga de trabajo a nivel físico se puede soportar, pero el plano emocional es «mucho más complicado», sobre todo cuando la situación se alarga tanto en el tiempo. «Se nos tiene que humanizar a las enfermeras. Necesitamos que se nos cuide porque ahora están aflorando de forma llamativa todas las secuelas de ese estrés que hemos vivido con esa sobrecarga emocional durante la pandemia», ha insistido Moreno.
Por su parte, la farmacéutica Rosalía Gozalo ha señalado que este proyecto es «absolutamente imprescindible». «Fueron meses de muchísima ansiedad, por miedo al contagio y porque la farmacia es una profesión femenina. Más del 80 por ciento somos mujeres y tenemos ese sentimiento arraigado de cuidadoras», ha expresado, para añadir que, de igual forma, se enfrentan a la nueva normalidad «con mucho estrés», ya que, por ejemplo, «hay procesos crónicos que se han agravado».
«Desde el principio, los farmacéuticos estuvimos no solo recomendando, sino entrenando en el uso de medidas preventivas y protectoras para evitar la transmisión, identificando síntomas y prestando apoyo emocional importantísimo no solo a los pacientes, sino también a los familiares en su duelo», finaliza la farmacéutica.