Ayuntamiento de Santander y Obras Públicas colaboran en la rehabilitación del barrio de Entrehuertas y su entorno
El Ayuntamiento de Santander y la Consejería de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo están colaborando en el Proyecto de rehabilitación integral del barrio Entrehuertas y su entorno a través del decreto de subvenciones para la realización de obras municipales que, en este caso, supondrá una inversión global de dos millones de euros, con importe cofinanciado por el Gobierno de Cantabria de un millón de euros.
El consejero de Obras Públicas, Ordenación el Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa; la alcaldesa de Santander, Gema Igual; y el concejal de Fomento, Movilidad Sostenible y Vivienda del Ayuntamiento, César Díaz han comprobado hoy el avance de los trabajos.
«Estamos muy contentos con la actuación que ha sido seleccionada por el Ayuntamiento para ejecutar en este plan de inversiones municipales», ha enfatizado Gochicoa, quien ha destacado la importancia de estas obras que suponen la mejora «de un espacio que estaba deteriorado y que tiene una situación estratégica» en la ciudad de Santander, y de la que se van a beneficiar «muchos vecinos».
Y es que, en sus palabras, esta zona de Santander necesitaba «ya no solo un lavado de cara sino un desarrollo integral». «De tal forma que no solo se modifican las aceras, haciéndolas accesibles, sino que además se cambia la red de abastecimiento y saneamiento», ha explicado. En general, la actuación, ha añadido, genera movilidad en todo el barrio y lo convierte «en uno de primera».
En la actualidad, ha explicado la alcaldesa de Santander, esta zona de la ciudad cuenta con aceras estrechas que complican la circulación de los peatones y con un tráfico que no está regulado. «Las escaleras son antiguas, hay escaso arbolado y el mobiliario está degenerado», ha añadido.
Por ello, con esta actuación se acomete una reforma integral de la zona, de la que se beneficiarán «muchos los vecinos que viven en este entorno», ha dicho Igual, que también, ha puesto en valor el «tinte cultural» que se adquiere con esta actuación. «Tendremos diferentes guiños: en el mobiliario urbano habrá un banco que es como un libro y en las baldosas habrá citas literarias», ha dicho.
LA OBRA
El proyecto consiste en la urbanización de una zona extensa que se encuentra muy degradada y, para ello, se ha realizado un cambio en la pavimentación y aceras accesibles. Todo ello, renovando servicios de abastecimiento, saneamiento y colocando nuevos hidrantes.
El ámbito de actuación comprende la calle Macias Picavea desde la calle Enrique Gran, la calle Prado San Roque, y toda la zona interior del Grupo Miralmar.
La calle Prado San Roque se urbanizará utilizando un pavimento de baldosa granítica granallada y bordillos de granito cumpliendo la normativa de accesibilidad dejando aceras de al menos 1,80 metros de anchura.
En la acera sur se colocarán baldosas de granito decorativas de color blanco cristal e irán serigrafiadas con frases célebres de autores literarios importantes. También, arbolado con sus alcorques, mantenido por una red de riego que incluye un programado y un sensor de lluvia para el goteo.
En la acera norte, en el ensanchamiento existente, una vez pasada la finca Jado, se realizará una zona de estancia con un pavimento de adoquines de colores. También, un parterre en el suelo y se cubrirá el muro existente plantando en su parte superior arbustos colgantes. Se completará con la colocación de mobiliario urbano compuesto por papeleras y bancos. Además se instalará un banco metálico simulando un libro.
La calzada de toda la calle se realizará en aglomerado excepto en la entrada hacia a las escaleras que llegan a la calle Enrique Gran, que se harán con aglomerado impreso coloreado, señalando esta zona como decohabitación entre peatón y automóvil. Se delimitarán todas las plazas de aparcamiento y sentidos de circulación con pintura.
La calle Macias Picavea también se pavimentará con baldosa granítica granallada con al menos 1,80 metros de anchura. En la acera norte, al inicio de la calle, se rehabilitará el muro existente y se proyecta la ejecución de un mural decorativo que lo cubra. En esta calle, en las escaleras que la unen con Prado San Roque, se mejorará el acceso a la vivienda existente, se limpiará y se repondrá la escalera donde sea necesario y se colocarán jardineras. En las zonas con pendiente elevada se pondrán barandillas para facilitar el tránsito delos peatones.
En toda la zona interior del Grupo Miralmar se utilizará la baldosa granítica granallada, pero combinada con baldosas de hormigón de colores. De esta manera se decorarán las plazas y se realizarán franjas transversales en las escaleras. Hay algunos muros que será necesario rehabilitar estéticamente limpiándolos, revocándolos o pintándolos.
Existen zonas entre edificios donde los vehículos aparcan sin regulación, que se repondrán con pavimento de aglomerado en caliente y se delimitarán mediante pintura las zonas de aparcamiento.
En todas las zonas de actuación se ha procurado que la urbanización cumpla las normas de accesibilidad y se eliminen las mínimas plazas de aparcamiento posibles. Después de la urbanización se dejarán 230 plazas legales.
La actuación se completa con la renovación de la red de abastecimiento. Se renueva igualmente el saneamiento mediante la colocación de canalización de PVC.