Un estudio descubre un nuevo modelo experimental para las malformaciones vasculares
Un equipo de investigadores liderado por Sandra Castillo y Mariona Graupera, del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras y miembros del CIBERONC, ha descubierto que el inhibidor de AKT miransertib podría ser un nuevo tratamiento molecular eficaz contra las malformaciones vasculares de bajo flujo, un hito largamente esperado.
Los resultados, publicados en la revista EMBO Molecular Medicine , se basan en un nuevo modelo in vivo de crecimiento de los vasos sanguíneos (angiogénesis) que podría convertirse en un referente para este tipo de estudios a corto plazo.
El Instituto Carlos III señala que las malformaciones vasculares son un grupo heterogéneo de enfermedades que se caracterizan por un crecimiento anormal de los vasos sanguíneos con un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes. Estas alteraciones se producen en cualquier parte del cuerpo y se originan sobre todo durante el desarrollo embrionario. Ya sea como parte de un síndrome conocido o de forma espontánea, las alteraciones suelen implicar mutaciones que conducen a la sobreactivación de la PI3K, una proteína clave en la comunicación interna de las células endoteliales.
A través de un nuevo modelo in vivo de retina de ratón, los investigadores han podido imitar la formación de malformaciones vasculares de bajo flujo y determinar que la vía de señalización de la PI3K/AKT es la principal ruta celular afectada. Según la investigación, las mutaciones en el dominio catalítico de la PI3K parecen desencadenar un estado proliferativo en las células del endotelio, las que recubren la parte interna de los vasos sanguíneos, lo que conduce a la formación de las lesiones características de la enfermedad.
Los científicos han inducido las malformaciones vasculares en ratones mutantes y luego los trataron con miransertib, un inhibidor de AKT utilizado en la terapia contra el cáncer. Los investigadores informaron de que, en el modelo, las células endoteliales respondieron al tratamiento reduciendo su proliferación y su capacidad para formar una estructura vascular alterada. Estos resultados se confirmaron además utilizando células endoteliales aisladas de pacientes reales, in vitro.
Además, han descubierto que la angiogénesis activa es necesaria para que se produzcan las malformaciones, lo que explica por qué las alteraciones de bajo flujo rara vez se producen en la edad adulta, abriendo la puerta a estrategias preventivas en pacientes que ya portan mutaciones de la PI3K. En esos pacientes, la formación anormal de vasos sanguíneos puede producirse tras la cicatrización de heridas o debido a cambios hormonales.
En conjunto, la investigación propone el primer candidato prometedor para una futura terapia molecular en malformaciones vasculares de bajo flujo y ofrece un modelo preclínico rápido y robusto para estudiar la angiogénesis in vivo y desarrollar nuevas y más avanzadas terapias a corto plazo.