Cantabria autoriza la caza de diez lobos en tres zonas ante la «importancia y recurrencia» de ataques
El Gobierno de Cantabria ha autorizado la caza de diez lobos en tres zonas de la región debido a la «importancia y recurrencia» de sus ataques al ganado y los daños causados, dentro del plan de gestión de esta especie, incluida el pasado otoño en el LESPRE, el listado de las silvestres en régimen de protección especial.
En concreto, el control poblacional se llevará a cabo en los municipios de Polaciones, Tudanca, su entorno y zona limítrofe con la mancomunidad -dos lobos-; en la Hermandad de Campoo de Suso -cuatro-; y en Ruente, Cabuérniga, Los Tojos y la mancomunidad de Campoo-Cabuérniga, otros cuatro ejemplares más.
Así lo ha avanzado este martes el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, en una rueda de prensa en la que ha informado de las resoluciones de su departamento que se publicarán este miércoles en una edición extraordinaria del Boletín Oficial de Cantabria.
Ha comparecido ante los medios acompañado de parte de su equipo y de la totalidad de los representantes del sector ganadero en la comunidad autónoma -portavoces de organizaciones profesionales agrarias, cooperativas y asociaciones de ganado- tras la reunión mantenida con todos ellos para darles cuenta de la decisión, que será comunicada al Ministerio para la Transición Ecológica el miércoles, con la remisión del anuncio del BOC.
Blanco ha avanzado que en su departamento están trabajando en los diferentes territorios de la región para extender los lugares donde harán falta más resoluciones como las dictadas ahora, tras recibir -ha destacado- los informes de la Dirección General del Servicio Jurídico que «confirman la competencia autonómica» para aprobarlas y que avalan, desde el punto de vista formal, el modelo planteado por la Dirección General de Biodiversidad, que es «conforme a derecho».
Además, ha subrayado que están basadas en informes de la subdirección general de Medio Natural que determinan los daños verificados por agentes y técnicos del departamento, que son provocados por el lobo, así como la «importancia y recurrencia» de los ataques, además de que los controles no afectan «de forma significativa» al estado de conservación de la especie.
De las muertes de los ejemplares autorizados se encargarán funcionarios de la Consejería, como ha indicado su titular, que también ha dado cuenta de los ataques y daños en las zonas donde se ha acordado la extracción.
Así, desde el pasado mes de septiembre -cuando el lobo entró en el LESPRE- y hasta abril, en el área de Polaciones y Tudanca se han contabilizado 42 ataques a 18 explotaciones, que se han saldado con 44 animales muertos; en la de Cabuérniga, Ruente y Los Tojos 46 ganaderías han perdido 79 cabezas de ganado a causa del cánido; y en la Hermandad de Campoo de Suso se han registrado 102 ataques del lobo en 44 explotaciones que han acabado con 108 ejemplares.