El JEMAD cree que Rusia no planea una agresión a un país de la OTAN, que busca salida diplomática a la guerra de Ucrania
La jurista Elisa Pérez Vera ve difícil que Putin pueda ser juzgado ante el Tribunal Penal Internacional
El Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante general Teodoro López Calderón, cree que Rusia no planea una agresión a un país de la OTAN, a la vez que ha asegurado que la Alianza Atlántica está buscando una salida diplomática a la invasión de Ucrania.
En un coloquio organizado por el Consejo de Estado, el JEMAD ha analizado la situación de la guerra de Ucrania y ha repasado los pasos de Rusia en su frontera antes de la invasión. Según ha recordado, ya en abril del pasado año, diez meses antes de la invasión, las Fuerzas Armadas rusas iniciaron un despliegue cerca de la frontera con el pretexto de realizar ejercicios y su presencia se consolidó en el mes de noviembre.
«No hubo espacio para la improvisación, existía un plan y la voluntad inamovible de ejecutarlo», ha sostenido el almirante general, que ha apuntado sin embargo que la primera ofensiva militar planificada por Rusia «ha fracasado» ante su incapacidad para derrocar al Gobierno ucraniano y controlar sus principales ciudades en «muy pocos días».
Según ha repasado, este fracaso se debió a múltiples factores, como fallos de la inteligencia rusa, un planeamiento erróneo, mal uso del espacio aéreo, su debilidad logística o escasa disponibilidad de armamento de precisión, todo unido a la alta resistencia demostrada por Ucrania.
UCRANIA ESTÁ GANANDO LA BATALLA DE LAS NARRATIVAS
Además, el JEMAD ha destacado que Ucrania está ganando «la batalla de las narrativas», al menos en Occidente, gracias a un «eficaz» empleo de las técnicas de comunicación. Y ha subrayado también la importancia que ha tenido el ciberespacio en el conflicto, logrando Ucrania mantener la continuidad de las líneas de telefonía e internet.
Mientras, la OTAN decidió reforzar su presencia de disuasión en su frontera este, donde hay desplegados ya más de 40.000 militares de países de la Alianza, que se suman a los 100.000 efectivos con los que ya cuentan los países fronterizos.
En cualquier caso, ha subrayado que los movimientos de la Alianza Atlántica son únicamente de disuasión, ya que Ucrania no forma parte de la OTAN y por tanto no implica una intervención militar de los aliados. Es más, ha dicho que a su juicio Rusia no contempla una agresión a un país de la OTAN y una confrontación directa con la Alianza.
Esto es lo que cree que ha llevado a Suecia y Finlandia a pedir su ingreso como países aliados, ya que han visto que es la única manera de garantizar su protección ante una eventual agresión extranjera.
NO REDUCIR LA GUERRA A LA DEFENSA DE LA SOBERANÍA, ES DE PRINCIPIOS
En este contexto, López Calderón ha augurado que durante los próximos años se vivirá una «mayor tensión» en las relaciones internacionales y un ambiente de confrontación en todos los dominios «en el que será necesario defender el orden actual basado en reglas, así como principios y valores que se han dado las democracias occidentales».
A su juicio, la guerra de Ucrania no se puede reducir a la defensa de su integridad territorial y soberanía, sino que se trata de «defensa de principios» y la libertad de los pueblos a escoger su futuro.
Por esto mismo, el JEMAD no comparte que haya que respetar un perímetro de seguridad alrededor de Rusia. Se trata de países que, una vez que se independizaron, son «libres», ha remarcado subrayando su libertad para decidir si quieren formar parte o no de una organización internacional como la OTAN.
«NO HAY SOLUCIÓN MILITAR EN UCRANIA»
En este marco, López Calderón ha asegurado que la Alianza Atlántica hace «esfuerzos» en la relación con Rusia, insistiendo en que «no hay solución militar» al problema, solo diplomática y «hay que sentarse cuanto antes a buscar una solución pacífica del problema».
En cuanto a la situación de África, ha apuntado a la creciente influencia de Rusia en países como Libia, Argelia, Malí o la República Centroafricana, donde incluso ha llegado a «expulsar» a la Unión Europea.
Según ha asegurado, la OTAN «no se va a olvidar del sur», donde también están presentes el terrorismo, una creciente hambruna, la inmigración ilegal y los efectos del cambio climático.
DIFICULTAD DE JUZGAR A PUTIN
Por su parte, la jurista Elisa Pérez Vera ha analizado la vertiente jurídica y del derecho internacional de la guerra. En cuanto a la posibilidad de una intervención del Tribunal Penal Internacional, ha recordado que éste juzga a personas, no a Estados, por lo que habría que preguntarse la posibilidad de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sea el juzgado dado el «personalismo» de la acción militar.
A su juicio, se trata de algo «difícil por no decir imposible», sobre todo teniendo en cuenta que el Tribunal Penal Internacional exige la presencia física de la persona juzgada.
En cuanto a las sanciones impuestas a Rusia, ha reconocido su preocupación por la decisión de la UE de prohibir la emisión de los medios estatales rusos Sputnik y Russia Today (RT). «Están intentando desestabilizar a los estados miembros de la UE y a Ucrania, pero también es cierto que se abre un interrogante sobre qué pasa con la libertad de opinión», ha planteado.