Casi tres de cada diez empresas sufren escasez de mano de obra, sobre todo en hostelería y construcción
El Banco de España dice que las empresas empiezan a moderar la traslación del impacto inflacionista a los precios
El 28% de las compañías españolas percibe que el factor de la escasez de mano de obra está afectando negativamente a su actividad, siendo especialmente notable en la hostelería, donde casi el 50% de las empresas declara estar experimentando dichas dificultades.
Según se desprende de la Encuesta a las empresas españolas sobre la evolución de su actividad del segundo trimestre de 2022 publicada este viernes por el Banco de España, hay una relación positiva, por ramas de actividad, entre la intensidad de las dificultades para disponer de mano de obra y las perspectivas de aumentos de costes laborales a un año, lo que reflejaría que las empresas más afectadas por estos problemas anticipan mayores presiones salariales.
En el caso de la hostelería, casi el 50% de las empresas declara estar experimentando dichas dificultades, lo que supone 13 puntos más que hace tres meses, mientras que en sectores como la construcción esa cifra se sitúa en el 45%, 4 puntos más respecto al anterior trimestre.
LAS PRESIONES INFLACIONISTAS PODRÍAN ESTAR COMENZANDO A REMITIR
De su lado, el informe apunta a que la amplia mayoría de las empresas, un 76,8% del total, manifiestan estar experimentando un aumento adicional de los precios de sus inputs productivos, aunque ese porcentaje es casi 5 puntos porcentuales inferior al de hace tres meses, lo que «sugiere que esas tensiones inflacionistas podrían estar comenzando a remitir», según apunta el Banco de España.
Cuando se pregunta a las empresas por sus perspectivas a un año vista, los resultados apuntan a que esperan que la presión de costes de los inputs siga siendo elevada, pero en una proporción algo menor que hace tres meses.
BAJA EL PORCENTAJE DE EMPRESAS QUE TRASLADAN LA INFLACIÓN A PRECIOS
Un 38,1% de las empresas afirman haber subido los precios de venta de los bienes y servicios producidos en el segundo trimestre, lo que supone un leve descenso, de casi 3 puntos, con respecto al trimestre anterior.
En cuanto a las perspectivas futuras, la proporción de empresas que tienen la intención de incrementar sus precios en el tercer trimestre del año continúa siendo elevada en el conjunto de la muestra, pero experimenta una modesta disminución de 2,4 puntos, hasta el 35,7%. En el horizonte de un año, el porcentaje de las firmas encuestadas que esperan subir sus precios de venta también es menor que en el trimestre anterior, con una disminución de 9 puntos, hasta el 54%.
En conjunto, los incrementos actuales y los previstos para los precios de venta siguen siendo inferiores a los registrados en el coste de los consumos intermedios, «lo que continuaría apuntando a una compresión de los márgenes empresariales», según destaca el organismo que encabeza Pablo Hernández de Cos.
Y es que el aumento del coste de los inputs energéticos está afectando negativamente a la actividad de casi el 80% de las empresas encuestadas, porcentaje similar al de las dos ediciones anteriores.
Otro de los problemas para las empresas es la distorsión en las cadenas productivas y su duración. Ha aumentado hasta el 47,5% la proporción de las empresas afectadas por dichos factores que esperan que estos problemas perduren hasta finales de año.
IMPACTO DE LA GUERRA EN LOS PRECIOS ENERGÉTICOS
El informe también analiza específicamente el impacto del conflicto en Ucrania en la actividad y tres cuartas partes de las sociedades apuntan al aumento del coste de los inputs energéticos como la principal vía a través de la cual la guerra está afectando negativamente a su facturación.
Este impacto negativo es generalizado por ramas productivas, si bien su incidencia es mayor en aquellas que presentan una mayor dependencia de la energía, como la industria, la construcción y el transporte. Además, en torno al 60% y el 40% de las empresas se están viendo afectadas, respectivamente, por el aumento del coste de otros inputs no energéticos y por las dificultades de suministro asociadas a la guerra.
Además, en torno a una cuarta parte de las compañías han visto reducida su demanda, tanto nacional como externa, y algo más de un tercio de ellas han decidido retrasar o reducir sus inversiones ante los cambios habidos en las perspectivas económicas tras el inicio del conflicto bélico.
PERCIBEN MAYOR DINAMISMO EN FACTURACIÓN Y EMPLEO
Pese a todo esto, las empresas españolas perciben una evolución más dinámica de su facturación en el segundo trimestre de 2022 y aprecian que el volumen de empleo está aumentando, aunque esta recuperación se queda por debajo de las expectativas formuladas hace tres meses.
En concreto, el porcentaje de empresas cuyas ventas han crecido en este período es del 29,7%, por encima del 27,1% del trimestre anterior. En cuanto a las perspectivas de corto plazo, algo más de la tercera parte de las empresas de la muestra anticipan aumentos adicionales de su facturación en el tercer trimestre.
La reactivación está concentrada en ramas de servicios, como la hostelería y el transporte, beneficiadas por el fin de las restricciones asociadas a la pandemia. Por el contrario, la facturación se estaría reduciendo en la agricultura, la construcción y las actividades administrativas.
En cuanto al empleo, aunque la respuesta mayoritaria de las empresas a la encuesta sigue siendo que la ocupación se ha mantenido estable en el segundo trimestre –en concreto, en un 74,3% de las compañías–, el empleo habría crecido en el 14,5% de ellas, levemente por debajo de lo declarado en el primer trimestre. No obstante, para el tercer trimestre las empresas prevén, en promedio, una leve aceleración de la creación de puestos de trabajo.
En comparación con el nivel precrisis de finales de 2019, las sociedades encuestadas declaran que el empleo se sitúa en el segundo trimestre de 2022 un 1,6% por debajo de dicha cota, cuando en el caso de la facturación esta brecha asciende al 3,5%.
RETRASO EN LA RECUPERACIÓN DE NIVELES PREPANDEMIA
Con todo, se advierte no obstante un cierto retraso en la fecha prevista de recuperación del nivel de actividad prepandemia. La proporción del total de las empresas que esperan que ello ocurra después de 2022 ha subido hasta el 31%, casi 14 puntos más que a finales del año pasado.
Por ramas, este porcentaje sigue siendo más elevado en las actividades de los servicios en las que la brecha de actividad respecto al nivel prepandemia es mayor, como la hostelería, y el ocio y entretenimiento.