Un estudio demuestra que la reanimación boca a boca funciona incluso con mascarilla
Una investigación presentada en la reunión anual de la Sociedad Europea de Anestesiología y Cuidados Intensivos (ESAIC, por sus siglas en inglés), que se ha celebrado este fin de semana en Milán (Italia), ha demostrado que realizar la reanimación boca a boca funciona incluso cuando se lleva puesta una mascarilla para reducir el riesgo de transmisión de COVID-19.
La respiración boca a boca, en la que el reanimador presiona su boca contra la del paciente y le insufla aire en los pulmones, es una parte integral del soporte vital básico. Junto con las compresiones torácicas, forma la reanimación cardiopulmonar (RCP).
Al comienzo de la pandemia de COVID-19, la formación en RCP se limitaba a la enseñanza de las compresiones torácicas (RCP práctica) o a la enseñanza de la ventilación con una bolsa o mascarilla, debido a la preocupación por las infecciones. En este caso, el reanimador utiliza un resucitador manual (una bolsa autoinflable de mano), en lugar de su boca, para insuflar aire en los pulmones del paciente.
Esto garantiza que los profesionales, como los trabajadores médicos y los bomberos, reciban una formación suficiente. Sin embargo, los reanimadores no tienen acceso a equipos de reanimación cuando realizan la RCP y siguen necesitando aprender el método boca a boca. Normalmente, también se enseña a los estudiantes de medicina la reanimación boca a boca para utilizarla en emergencias extrahospitalarias.
Para tratar de solventar esta laguna en la formación, el doctor Vaclav Vafek, del Departamento de Medicina de Simulación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Masaryk en Brno (República Checa), estudió si es posible realizar la respiración boca a boca con una mascarilla FFP2.
En el estudio realizado en mayo de 2021, 104 estudiantes de medicina realizaron la respiración boca a boca mientras llevaban la mascarilla durante dos minutos en cada uno de los tres maniquíes (dos maniquíes de adulto, el maniquí BLS de adulto y el Resusci Anne, y un maniquí de niño, el Resusci Baby).
Los observadores formados evaluaron cada respiración artificial. Más del 90 oir cuebti de las respiraciones en la boca de cada maniquí se consideraron efectivas, lo que significa que hicieron que el pecho del maniquí se elevara. Los investigadores también utilizaron una aplicación para medir el volumen de aire respirado en los maniquíes Resusci Anne y Resusci Baby.
El volumen fue óptimo (400-600ml para Resusci Anne y 30-50ml para Resusci Baby) en el 33 por ciento de las respiraciones de rescate de Resusci Anne y en el 44 por ciento de las de Resusci Baby. El 28,9/15,9 por ciento (Resusci Anne/Resusci Baby) de las respiraciones estaban por debajo del volumen óptimo y el 28,8/35,8 por ciento estaban por encima del volumen óptimo.
«La ventilación boca a boca a través de una mascarilla fue eficaz más del 90 por ciento de las veces, lo que permite su uso en la formación de soporte vital básico de alta calidad durante la pandemia. No podemos predecir la gravedad de la pandemia en otoño y cómo serán entonces las medidas de COVID-19. Sin embargo, con esta técnica podremos seguir impartiendo una formación vital sobre la reanimación boca a boca», concluye Vafek.